Imagen: Inpha
Michael Ende se quejó amargamente del trabajo realizado por Wolfgang Petersen al llevar al cine su libro de La historia interminable; sobre las esfinges que aparecen en la película, Ende comentó “Las esfinges son probablemente lo más vergonzoso de esta cinta, parecen un par de nudistas con mucho busto en mitad del desierto”, esto debido a que el parecido de las esfinges descritas por él en su libro distaba mucho de las esfinges de la película de Petersen.
En el capitulo cinco de La historia interminable titulado "Los dos colonos", se puede leer lo siguiente:
"Y Atreyu vio que, junto a esa pilastra, erguida y totalmente inmóvil a la luz de la luna, había una imponente esfinge. Sus patas delanteras, en las que se apoyaba, eran de león [león, no ave como podemos ver aquí]
... la parte trasera de su cuerpo de toro [la parte trasera, no las pezuñas únicamente]
... en la espalda tenía unas poderosas alas de águila [poderoso no significa necesariamente, enorme] y su rostro era el de un ser humano... por lo menos en cuanto a la forma, porque su expresión no era humana.
Era difícil saber si aquel rostro sonreía, o reflejaba una tristeza inmensa o una indiferencia total. A Atreyu, después de haberlo contemplado durante un rato, le pareció lleno de una maldad y una crueldad abismales, pero enseguida tuvo que corregir su impresión al no encontrar en él más que serenidad."
Así, las esfinges de Ende responden más a la descripción de la Esfinge de Tebas que reúne en sí misma a cuatro animales: el hombre (cabeza humana y senos de mujer), el león, el águila y el toro. La Esfinge era un terrible monstruo enviado a Tebas por Dionisio, según otras versiones, por Hera, que desde lo alto de una colina detenía a todo aquel que se atreviera pasar junto a ella haciéndole una compleja pregunta que al no ser respondida adecuadamente provocaba la muerte a sus manos. Después de acumular un gran número de víctimas, el rey Creonte, hermano de Yocasta, prometió la mano de esta y el trono de Tebas a quien consiguiese descifrar el enigma de la Esfinge.
Dicho enigma era: "¿cuál es el animal que por la mañana tiene cuatro pies, dos al mediodía y tres a la tarde?" (también conocido como: "¿cuál es el ser que sin cambiar de forma es el único que tiene sucesivamente cuatro pies, dos y tres, siendo menor su fuerza cuantos más pies tiene?"). Edipo dio respuesta al misterio de la Esfinge diciendo "el hombre, que en su infancia anda sobre sus manos y sus pies, en la edad viril solamente sobre sus pies y en su vejez ayudándose de un bastón como si fuera un tercer pie".
La Esfinge, enormemente furiosa porque alguien hubiera desvelado el secreto, se suicidó abriéndose la cabeza contra una roca.
Continuando con el texto de Ende, se puede leer: "...Sus ojos transmiten algo. ¿Y qué transmiten sus ojos? Todos los enigmas del mundo. Por eso las dos esfinges se miran mutuamente. Porque la mirada de una esfinge sólo puede soportarla otra esfinge. ¡Y puedes figurarte lo que le ocurre a quien se atreve a interferir el intercambio de miradas entre las dos! Se queda petrificado en el sitio y no puede moverse hasta haber resuelto todos los enigmas del mundo.Bueno, encontrarás los restos de esos pobres diablos cuando llegues."
Según Eliphas: “El universo está contrabalanceado por dos fuerzas que le mantienen en equilibrio; la fuerza que atrae y la fuerza que repele. Estas dos fuerzas existen en física, en filosofía y en religión. Ambas producen: en física, el equilibrio; en filosofía, la crítica; en religión, la revelación progresiva. Los antiguos lo han figurado por el caduceo de Hermanubis, por los dos querubines del Arca, por las dos esfinges del carro de Osiris..."
Así pues, no es de extrañar que Ende comentara sobre la película: "Todo lo que debía ser arcano y mágico se convirtió en mundano y decadente."
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