7.4.14

El legado de un gran escritor

Texto: Brenda Artigas en Esquema, comunicación positiva
Imagen: Michael Ende



Desde siempre el hombre se ha preguntado ¿qué significa leer? Y aunque el diccionario de la Real Academia de la lengua española lo defina como “pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados”, todos sabemos que va mucho más allá. La lectura es el punto de encuentro entre un lector y un escritor, en donde el segundo es un ser que deja su sangre y su piel en la obra, alguien que se entrega para concebirla y se da cuenta que a la par que teclea un texto lo forma, siendo el encargado de cuidarlo como si fuese un pequeño ser al cual debe proteger.


Cada una de las frases y de las historias forma parte del legado que deja un gran escritor en este mundo; de su mente surgen imágenes que deleitan a las generaciones actuales y habrán de maravillar a las futuras. El autor 
da vida a personajes y logra transmitir emoción y sentimiento a través de sus palabras. Al trabajar con ellas, se percata de que ha creado una larga lista de seres; quizá duda al ponerles nombre, no se atreve a ello, no quiere perderse entre tantos espejos. Nota que cada una de sus creaciones ha dado vida a otras tantas, de la misma forma en la que a él le dieron vida.

El reino de la imaginación de Michael Ende, gran escritor alemán, se fue consolidando poco a poco a partir de las pinturas de su padre, como nos podemos dar cuenta en su primer libro Jim Botón y Lucas el maquinista. El siguiente en aparecer sería Jim Botón y los trece salvajes. Pero fue Momo, la historia de una niña que se enfrenta a los ladrones del tiempo y lo reconquista para los hombres, la obra con la cual iniciaría los viajes de tiempo y espacio.

La capacidad para la creación fantástica, la coherencia estilística y conceptual, así como la intensidad de los símbolos y la riqueza de las imágenes, hacen de él un autor disfrutable en todo momento.

Imagínate por un momento como un niño que se encuentra leyendo en secreto, a la luz de una linterna, bajo las cobijas. Ahora uno de tus padres abre la puerta creyendo que duermes, sin embargo te encuentras en una tierra soñada, con personajes que te acompañarán siempre. Ellos se han convertido en tus amigos, sin su compañía muchas noches te hubieran parecido vacías. Este pensamiento corre por toda la obra de Michael
 Ende, pero es en La historia interminable en donde se expresa con mayor fuerza. Imagina ahora que eres Bastian Baltazar Bux, el protagonista de la historia que entra en la librería del señor Karl Konrad para protegerse de la lluvia. En la puerta ves el letrero “Libros de ocasión”, platicas un rato con el dueño, tomas el ejemplar que está en el escritorio y sales huyendo.

Lees la historia de un niño que leyendo un libro fantástico llega a formar parte de él hasta convertirse en su protagonista, siendo el héroe y salvador de un mundo llamado fantasía, destinado al desastre.

Así has dado inicio a una historia en la que valores como la amistad y la lealtad toman la forma del dragón Fújur y el guerrero Atreyu. Conforme te adentras en Fantasía conoces personajes entrañables, ríes y cantas con ellos, los acompañas en sus miedos y en sus viajes. La misión es salvar ese lugar fantástico, ese mundo donde nos damos cuenta de que todos los libros son el mismo libro, pero a partir de distintas imaginaciones. Así, después de sortear toda clase de aventuras y de encontrar en el camino amigos y enemigos, magia y sueños en diferentes realidades entrelazadas, comprendes que ese libro es Fantasía, y que Fantasía es La Historia Interminable.

Retomando los pasos de la infancia para construir un futuro mejor, recuperamos el optimismo de que el planeta puede ser mejor a partir de la lectura.

El señor Koreander movió la cabeza.
- Toda historia es una historia interminable -dejó vagar la mirada sobre sus muchos libros, que llegaban por las paredes hasta el techo, y luego, señalando con el mango de la pipa, continuó-: hay muchas puertas para ir a Fantasia, muchacho. Y hay todavía más libros mágicos. Muchos no se dan cuenta, todo depende de quién toma uno de esos libros.

0 comments:

Publicar un comentario

El primer banner, hace 20 años. Con la tecnología de Blogger.

*