29.4.14

Jim Boton rescata la teoría de la evolución

Texto: Julia Voss en Faz.net
Imagen: Jim Botón y Lucas el maquinista



En 1963 aparece en Inglaterra el libro Jim Botón y Lucas el maquinista (Jim Button and Luke the engine driver) cuyo comienzo decía: “El país en que vivía Lucas, el maquinista del tren, se llamaba Lummerland y era muy pequeño”, en la isla hay una línea férrea constituida por una sola máquina (Emma) igual que en la Inglaterra del siglo XIX cuando se crea el Stockton and Darlington Railroad Company el primer ferrocarril que transportó mercancía y pasajeros en septiembre de l825 y fue construido por el inglés George Stephenson. 

La tienda de la señora Queé reabastecida semanalmente, recuerda al trabajo realizado por los buques que transportaban el correo en 1841 como el Vapor Royal Mail que  llevaba paquetes de su empresa a Londres y las Indias occcidentales.  La isla es gobernada por un rey que usa pantunflas de cuadros escoceses igual que el rey de Inglaterra William IV cuyo reino cuenta con tres súbditos: el señor Manga, la señora Queé y Lucas el maquinista, representando a su vez a la micro sociedad del s. XIX los ciudadanos, los comerciantes y los trabajadores, el principio de la era industrial.


Durante el reinado de William IV una nave tocó puerto tras un largo viaje, cargada de todo tipo de historias sobre continentes lejanos y llevando a bordo a un chico de raíces y origen desconocidos que veía por primera vez aquellas tierras, su nombre era Jemmy Button; un compañero de viaje dijo acerca de él “Jemmy Button era el favorito de todos, por su pasión, por su alegría, por su simpatía” aquel que escribió esto fue Charles Darwin y el barco en que ambos viajeros llegaban era el HMS Beagle, el libro del que se extraen estas líneas sería conocido como El viaje del Beagle, la primera publicación científica sobre la naturaleza cuya teoría se convertiría en una revolución.

Estando en los albores del año 2009, año en que se celebra el 150 aniversario de la creación de la teoría de la evolución sobre el origen de las especies y el natalicio de Darwin y Ende, se debe comprender como Jemmy Button y Jim Botón están emparentados y por qué un viaje inglés fue convertido en un libro alemán, nadie nos lo dirá y aunque en su momento se comentó que el libro de Ende era escapista, la meticulosidad y precisión de ciertos hechos históricos registrados en esta historia hablan directamente de la teoría de la evolución como un legado para los niños de todos los países ¿Es Jemmy Button el viajero del HMS Beagle la impronta de Jim Boton? El libro fue lanzado a principios de los años sesenta por escrito, cercano a la fecha del aniversario de Darwin pero había una sombra que pesaba en el autor de la teoría de la evolución, quince años atrás, los nazis habian empleado su teoría tergiversada y conocida como darwinismo social aplicada por Herbert Spencer (1820-1903) a las relaciones humanas.

A pesar de todo, Darwin no obtuvo una respuesta del todo favorable pues su teoría de la evolución se vio ligada al nacionalsocialismo alemán como escencia de la ideología racista. En Munich, un joven Michael Ende escribe el libro de aventuras de Jim Botón y replantea el tema del racismo, de un desastre ideológico a un libro infantil, aunque realmente Ende siempre argumentó que sus libros no eran escritos para un público infantil sino que le agradaba asociar ideas surrealistas con las grandes tradiciones espirituales y advertía en repetidas ocasiones, que sus libros hacían creer que eran obra de pura imaginación más durante toda sus vida tuvo presente el trabajo de Einstein, Marx, Freud, y Darwin. Cuando la Thienemanns Verlag solicitó al escritor décadas despues un texto como referencia, Ende citó en primer lugar el ensayo de Rudolf Steiner La imaginación moral

En 1991 durante una entrevista radiofónica el escritor habló sobre la responsabilidad de lo que en un momento dado puede convertirse en un desastre en la infancia y dijo que “La idea del racismo impone el repensar las teorías de Darwin, la vida de aquella época y los campos de exterminación” ¿Es posible que en 1956 un escritor alemán de treinta años escape a un reino de fantasía intrascendental cuando él mismo tuvo contacto con el nacionalsocialismo en la escuela a través de libros y películas, al igual que toda una generación de niños que creció con fantasías e imágenes reales de muerte y destrucción? 

Quince años después del final de la segunda guerra mundial, ¿puede un libro para niños hablar de vergüenza racial y ser sólo un libro de cuentos de hadas? ¿Deberíamos adentrarnos en las profundidades de los mitos tratados en el libro igual que el descenso que hacen Jim y Lucas al fondo del mar en donde logran ver una ciudad sumergida?

“Los hombres del mar nos podrán ayudar” dice Jim Botón en el capitulo dieciocho cuando junto a Lucas y el señor Tur Tur son conducidos a través del fantástico mundo submarino, dentro de la locomotora y dependiendo sólo del oxigeno contenido en su cabina convertida en submarino guiado por la princesa del mar y los diminutos hipocampos. Justo antes de dormirse por la falta de oxigeno, logran dar una ultima mirada a la antigua ciudad sumergida llena de magníficos palacios y templos de brillantes piedras preciosas. Ya han puesto su vida en peligro en el desierto, en el valle del crepúsculo, en la ciudad de los dragones, en la montaña magnética y ahora en el fondo del mar.

Esa ciudad sumergida es la Atlántida que rescata el viejo mito de los nazis mencionado en innumerables libros como una parábola biológica y racial, Atlántida es la antigua patria de la raza aria, “Mis antepasados eran arios” dice Sun Koh el héroe de la serie de ciencia ficción Sun Koh el legado de Atlántida; según esto, las tribus germánicas son la rama aria de los atlantes que se asentaron al norte. “Es una vergüenza” dice Sun Koh en 1935 a sus jóvenes lectores, “que deban mantener la sangre limpia”. La Atlántida se eleva desde el mar con la gente de sangre pura dispuesta a crear la raza que finalmente dominará la tierra” dice la publicación destinada al publico infantil y juvenil de 1935. 

Dos décadas después Michael Ende crea su propia Atlántida cuando Jim Botón descubre ser el último descendiente del rey mago Baltasar y ciñe la corona de doce puntas en su negro cabello. Lummerland ocupa el punto más elevado del nuevo país que a decir verdad es todo un continente de llanuras y montañas, costas de suave pendiente y acantilados, brillante con todos los colores como si fuese un gran arcoiris de piedras preciosas. Se crea entonces una región con praderas y árboles para los indios, otra con campos de tulipanes y prados para los holandeses, otra con una jungla para los niños negros con turbante, y hasta para los esquimales hubo, en la parte norte del reino, un territorio apropiado. El continente anteriormente llamado Jamballa recibe un nuevo nombre en honor del joven heredero, y es así que en la nueva Jimballa no se conoce el miedo, los pájaros vuelan libremente, son mansos, cariñosos y magníficos de modo que la antigua patria de los arios se ha convertido en la tierra de los niños y la aves. 

Durante el Tercer Reich los nazis se comunicaban mediante mensajes de radio que no sólo eran datos sobre la guerra, sino también historias, mitos e imágenes enseñados también en las escuelas a los jóvenes estudiantes, estas historias estaban centradas en la ideología biológica de la supervivencia, la victoria del más fuerte sobre el más débil y la pureza racial. En la instrucción escolar de 1935 lo más importante era que ningún niño abandonará la escuela sin la cabal comprensión de la importancia de la pureza de la sangre. Así el pensamiento biológico fue el principio de la enseñanza escolar y las materias más importantes además de ésta, eran el alemán, la historia y la geografía; dicho conocimiento de los hechos biológicos se empleaba para la renovación del pueblo.

Los nazis tomaron la Teoría de la Evolución de Darwin como una ideología de jerarquías, dominación y esclavitud; dominación esencialmente impartida en la escuela-hogar. Pero Jim Botón no asiste a la escuela porque una carta lo separa de ese proceso, de modo que Kummerland, la ciudad de los tormentos se convierte en la paradisíaca Lummerland.

En la actitud de Jim quien se niega a leer y escribir y mira con horror el aprendizaje escolar, se ve reflejado al propio autor en sus días de colegio “Yo no quería aprender, al menos no lo que nos enseñaban”. Y lo que se enseñaba en la escuela eran las lecciones de higiene racial y la pureza de sangre; esta cuestión se trata por primera vez en el libro cuando Jim y Lucas llegan a la ciudad de los dragones quienes han excluido al medio dragón Nepomuk, hijo de un dragón y una hipopótamo, puesto que es un mestizo vive en el cinturón volcánico que rodea Kummerland, tiene prohibido el acceso a ella pero ayuda a los viajeros a entrar. 

Jim Y Lucas entran al corazón de Kummerland compuesto por grandes bloques de piedra negra y calles del mismo color, lleno de humo de tal forma que el cielo está compuesto de total oscuridad y el ambiente es asfixiante. La casa de la señora Maldiente tiene una calavera como aldabón en su puerta y tras esta se encuentran en cautividad, los niños que no tienen otro mundo en el que vivir más que en el de los dragones.

— ¡Dios mío! —suspiró Jim, que no había visto un colegio en toda su vida —. ¿Todos los colegios son así?

Pregunta Jim a Lucas al entrar al salón de clases de la señora Maldiente en Kummerland, el dragón mantiene a los niños encadenados a sus bancas, los silbidos del látigo y sus gritos son los sonidos reinantes, entonces el dragón-profesor se muestra como un comandante militar. 

De repente las palabras “vergüenza” ”pena de muerte” y “pureza” entraron en el vocabulario de Jim Botón. En este momento para el lector, probablemente sea únicamente ficción, pero cambiaron para siempre el pasado. 

“…son siete” responde la pequeña princesa Li Si en el capitulo veintiuno cuando la señora Maldiente le pregunta por diversos cálculos matemáticos. Jim admiró el valor de la solitaria chica, pero al final sabemos que esta escena tiene un resultado diferente en la historia, incluso décadas después de que la guerra terminara, las semillas sembradas por los nazis seguían creciendo en cada rincón de las guarderías con mitos, leyendas, cuentos de hadas e historias. 

Jim y Lucas liberan a los niños y los llevan con ellos a través del río; un niño de piel negra, logra reconciliar a los contrarios al mezclar el agua del río con el fuego del dragón y al perdonarle la vida lo convierte de un furioso dragón alemán en un dragón chino de la sabiduría, un dragón salvador.

¿Piensa que es casualidad si, angustiado por problemas vitales, tiene usted de pronto entre las manos, justo en el momento adecuado, el libro adecuado, lo abre justo por la página adecuada, y encuentra exactamente la respuesta adecuada?
Dice Michael Ende en Carpeta de apuntes; la historia de Jim Botón no fue una coincidencia, no es coincidencia el nombre, ni la época histórica en que vio la luz.

Ende no sólo estaba interesando en la generación del Tercer Reich sino también en la siguiente generación, ir más allá de las lecciones aprendidas, de las creencias biológicas y el conductismo pavloviano que parecía hacer reaccionar a los niños a la educación adquirida. Jim Botón es una aventura  que da fe de uno de los capítulos más oscuros de la historia de la educación alemana, habla sobre la ideología racial que se enseñaba con el cuento de hadas reformulado de la Atlantis.

La verdadera historia de Jemmy Button el hombre venido de la Tierra de Fuego y llegado a Inglaterra concluye así: “En noviembre de 1859, ocho misioneros anglicanos a bordo de la goleta Allen Gardiner murieron, el instigador de la masacre fue Jemmy Button convertido en un hombre de 43 años” aunque es un texto que aun es objeto de debate, Michael Ende no quiso que la historia de Jemmy Button se perdiera de esa manera, así que retoma su nombre y lo envía a un nuevo viaje, parte de Lummerland la miniatura Inglaterra para crear una nueva historia y un nuevo mundo, la Atlantis que fuera robada por los nazis, evoluciona, es recreada y se convierte en Jimballa. 

Jim Botón recibe una segunda oportunidad y con él la teoría de la evolución.


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