30.4.19

De Fantasia, la Nada y otras aventuras sin fin

Texto: Sarahí García en Langosta literaria
Imagen: Ma Laura Brenlla



Toda historia es una Historia Interminable


En febrero de 1977, Hansjörg Weitbrecht’s, editor de Michael Ende, decidió visitar al autor para persuadirlo de escribir una nueva historia. Una vez puesta la trama sobre la mesa, el propio Ende no sólo se comprometió con la hazaña de publicar un nuevo libro, sino de entregarlo un par de meses después. Lo que asumió que sería un proyecto corto y sin contratiempos terminó por ser una de sus obras más reconocidas, en la que invirtió dos años y varios dolores de cabeza para el editor: La historia interminable.
Michael Ende, nacido en 1929, creció rodeado de cultura, arte, fantasía y surrealismo debido a las aficiones de su padre, quien llegó a ser un reconocido pintor surrealista en Alemania. Aunque nunca tuvo grandes lujos, su infancia fue plena y llena de creatividad, por lo menos hasta que la guerra llegó, cuando a su corta edad Ende se vio expuesto a los horrores de un mundo en transición. Sin embargo, toda esa experiencia y madurez reforzarían sus constantes inquietudes y lo llevarían a reflexionar sobre la realidad humana y lo que perseguiría durante el resto de su vida: la escritura. Tal y como Tolkien, C. S. Lewis o Andersen inventaron mundos imaginarios a través de sus propias vivencias, así Michael Ende, como un fiel adepto, construyó nutridos espacios fantásticos a través de sus propias batallas entre el bien y el mal; los sueños y el olvido; la fantasía y la realidad. Aunque Ende nunca tuvo hijos, trató de entender su historia (pasado), sus pasiones (presente) y su propia visión de lo que los niños, jóvenes y adultos buscan en la literatura (futuro): más adultos y niños descifrando los sinsentidos de esta vida y disfrutando de ello. Esto lo hayamos compuesto en una de sus historias más reconocidas, la historia del mundo de Fantasía.

Todo comienza cuando la curiosidad de Bastián Baltasar Bux lo lleva a robar un libro y encerrarse en un desván de su escuela por horas, hasta terminar (si es que es posible) esa misteriosa narración. El título, ya lo saben ustedes, La historia interminable, lo atrajo a tal grado que no le importó robar ni evitar sus quehaceres académicos ni eludir su receso ni desaparecer de su padre. Total, ese libro era la excusa perfecta para evitar un día más de las burlas y maltratos de sus compañeros en la escuela y las pocas atenciones de su padre. Después de varias páginas de lo que se leía como una historia de aventuras de la Emperatriz Infantil, Atreyu y Fújur, algo extraño sucede al continuar su lectura: un personaje insólitamente parecido a él es descrito por el narrador. Entonces Bastián entra al libro y a la historia con el fin de convertirse en el salvador de un mundo próximamente extinto llamado Fantasía, para luego convertirse en el personaje principal en busca de respuestas sobre ese mundo y sobre él mismo para regresar a casa.

Ahora bien, a diferencia de lo que algunos creen —que la literatura fantástica te aleja de la realidad, te pierde y te absorbe fuera de este mundo— la buena literatura infantil y juvenil te permite acercarte más a la realidad de este mundo. Sus canales de asimilación permiten que el lector medite y llegue a ideas más aterrizadas sobre lo que sucede en el día a día sin estar leyendo explícitamente sobre esos temas. Por ejemplo, en este libro uno de los villanos de la historia es la Nada, que amenaza con devorar todo el mundo de Fantasía y transfigurar a cuantos se acerquen a ella, quienes caen en mentiras, desvaríos, miedos y desesperación, que enferman la mente de los hombres. La Nada es un personaje, sí, pero también pensamos en la Nada o las muchas Nadas de nuestro mundo, como los desaciertos y peligros de la sociedad moderna. Aunque a Ende nunca le atrajo dar una interpretación tajante de este libro —o sea que bien podríamos no hacer esa relación entre la Nada y la sociedad moderna, o sí— es conocido su empeño por ser un crítico de su sociedad, las guerras, las transfiguraciones ideológicas y todo cuanto a su paso enturbiara nuestra humanidad. Así que no es ningún secreto que, independientemente de qué apropiación queramos otorgarle a la historia, Ende escribió su mundo fantástico a través de lo real, en plena comunicación con el aquí y con todo lo que, como a él, nos cuesta trabajo definir aunque ávidamente deseamos descubrir en cada página que leemos.

A lo largo de 400 páginas, la fantasía es más que una estructura, es una narrativa independiente en su propio espacio y con sus personajes y creaciones. A diferencia de los cuentos de hadas, lo fantástico en este libro le construye a Bastián la oportunidad de no convertirse en un príncipe, sino en un superhéroe y finalmente en un niño que decide ser únicamente él mismo. A manera de homenaje, Michael Ende escribe una carta de amor a los mitos bíblicos, a los temas medievales, a la tradición oral, a los cuentos de hadas y a las referencias fantásticas literarias (como las del gran Tolkien); es decir, estimula la imaginación de sus lectores contándoles muchas historias en una: la de sus abuelos, la propia y las que vengan. En ese sentido, este libro es en toda extensión una historia interminable.

25.4.19

Momo para niños: ideas para que los peques disfruten (y tú te sientas como uno de ellos)

Texto: Alfredo Moreno en En segunda persona
Imagen: Ileana Surducan



La expresión "Momo para niños" es un pleonasmo. Solo los niños pueden comprender en toda su profundidad el significado de este libro. Los adultos lo lograremos en la medida en que podamos recordar qué significa ser niños. Como se advierte en la solapa de esa pequeña maravilla que es Jim Botón y Lucas el maquinista, otro libro de Michael Ende, este libro solo puede ser leído por niños, y cualquier adulto que lo intente debe hacerlo acompañado de un niño.

Momo, de Michael Ende, es un libro muy peculiar porque, a pesar de haber vendido cientos de miles de ejemplares por todo el mundo y de haberse reimpreso en incontables ocasiones desde su primera edición 1973, siempre ha entusiasmado a los críticos tanto o más que a los lectores, y ya se sabe que los críticos, salvo los que están a sueldo de la industria editorial, raramente se interesan por los libros comerciales.

Si tus hijos (o tú mismo) no han leído Momo y te estás preguntando cuándo es el momento apropiado para hacerlo, has llegado al lugar adecuado. Aquí te ofrecemos la respuesta a esa pregunta y un montón de ideas para convertir esta lectura en un acontecimiento irrepetible.

Sinopsis 
Momo es una niña que vive sola entre las ruinas de un viejo anfiteatro de una ciudad indeterminada de un país sin especificar (probablemente Italia). A pesar de ello, o quizá gracias a ello, Momo es feliz. Tiene incontables amigos en el barrio que acuden a verla porque posee una cualidad muy especial: Momo sabe escuchar. Escuchar de verdad. Los adultos se desahogan con ella, como si fuera un confesor, resuelven sus disputas y encuentran el sentido profundo de las cosas. Los niños recuerdan qué significa jugar por placer. El mundo es mejor alrededor de Momo, y por eso la niña nunca está sola ni le falta de nada.

Hasta que un día aparecen los hombres grises, unos espectros que viven gracias al tiempo que le roban a la gente. Su existencia no tiene otro propósito que convencer a los hombres y mujeres de que empleen su tiempo en actividades provechosas. En ser productivos, como dicen los ministros de economía. De ese modo, la gente destierra de sus vidas cualquier experiencia placentera que parezca una pérdida de tiempo y se dedican a trabajar sin parar y a ir de un lado a otro a toda prisa. ¡No se puede perder el tiempo!

Pero, curiosamente, cuanto más tiempo intentan ahorrar, menos tiempo parece quedarles disponible. La razón, por supuesto, es que el tiempo que ahorran se lo quedan los hombres grises.

Sin embargo, hay una persona a la que los hombres grises no logran convencer. Alguien tan fuerte, tan apegado a la vida, tan opuesto a ellos, que no puede caer en sus garras. Se trata de Momo, por supuesto. Cuando los hombres grises comprenden que ella es inmune a sus trampas, inician una ofensiva contra la única niña que puede dar al traste con sus planes de dominación del mundo.


Sobre el autor y su obra 
Michael Ende nació en Baviera, Alemania, en 1929. Participó en su juventud en una organización antinazi y tuvo que dejar sus estudios al ser llamado a filas durante la Segunda Guerra Mundial. Se crió en un ambiente bohemio y rodeado de artistas, y en la década de los 50 empezó a escribir relatos infatiles y juveniles.

Su primer gran éxito vino en 1960 con Jim Botón y Lucas el maquinista, una obra de corte fantástico orientada al público infantil pero que también hace las delicias de los adultos. Nunca ha sido muy conocida en los países de habla hispana aunque, con el tiempo, se ha convertido en un pequeño clásico. En 1962 publicó una continuación, Jim Botón y los trece salvajes, tan imaginativa o más que la anterior.

Casi toda su producción literaria se enmarca en el terreno del cuento, pero es más conocido por dos de sus novelas, Momo, de 1973, y, sobre todo, La historia interminable, de 1979. Ambas han sido grandes éxitos y continúan leyéndose y reimprimiéndose por todo el mundo.

Su estilo literario es muy cuidado (era un perfeccionista), y su obra se caracteriza por una imaginación desbordante y unas marcadas preocupaciones de tipo filosófico. Sus libros son reflexiones acerca de la naturaleza del mundo y del significado de la vida humana, y también críticas feroces al modo de vida occidental, al sistema educativo o al capitalismo desbocado. No hay que tomarlo, sin embargo, con un antisistema ni un dogmático que trate de infundir ideas revolucionarias en las mentes infantiles: la revolución que Ende propone es siempre de tipo espiritual.


Público y edad 
¿Estamos ante un libro infantil? ¿Es Momo para niños? ¿A partir de qué edad?

Existe la duda razonable de si es apta la lectura de Momo para niños, ya que tiene un trasfondo metafísico profundo. Pero Momo se puede disfrutar a muchos niveles: de manera más superficial en la niñez, y ahondando en sus significados en posteriores lecturas a lo largo de la vida. De modo que sí, es apropiada la lectura de Momo para niños, que la saborearán de un modo diferente (y acaso más auténtico) de como lo harán los adultos.

Tradicionalmente se le ha considerado un libro infantil, pero que requiere cierta madurez por parte del lector. Según el editor en España, se recomienda a partir de 9 años. En mi opinión, puede leerse y disfrutarse mucho antes, con la condición, claro, de que lo leas en voz alta con tus hijos, como siempre recomendamos en este blog. Si tu hijo o hija tiene más de 9 años, seguramente empiece a adivinar en Momo más profundidad de la que esperaba, y por ello sigo recomendándote que lo leáis juntos y en voz alta (siempre que ambos queráis hacerlo, claro). Así podéis comentar los hallazgos que tu hijo o hija encuentre por el camino. La lectura compartida siempre es una experiencia enriquecedora, a cualquier edad.

Solemos minusvalorar la capacidad lectora y comprensiva de los niños pero, como siempre digo, tú eres quien mejor conoce a tus hijos, sus intereses y motivaciones y su grado de madurez. Ni un editor, ni un bloguero, ni los maestros del cole. A ti te corresponde decidir si está preparado para disfrutar de Momo o de cualquier otra forma de arte.

Puntos de interés para padres y educadores 
Momo, además de ser una aventura fascinante que rebosa imaginación, tiene innumerables elementos de interés. Te menciono a continuación los más destacables:

Momo es, sobre todo lo demás, una crítica demoledora del consumismo.

La novela reflexiona repetidamente acerca de la concepción moderna del tiempo. La falta de tiempo permanente en la sociedad occidental actual es una consecuencia de nuestro modo de vida. La idea del tiempo era muy diferente antes de la revolución industrial, y ya no te cuento en las sociedades prehistóricas.

A pesar de estar escrita en 1973, Momo sigue siendo completamente vigente, o quizá más que cuando fue escrita. Su carácter profético resulta muy inquietante.

El autor también tiene mucho que decir acerca de las relaciones intergeneracionales, y de la diferente forma de ver el mundo de los niños y los adultos. La infancia y el respeto intergeneracional son temas recurrentes en los libros de Michael Ende.

La soledad, el egoísmo y el empoderamiento a través de la imaginación también están presentes en la novela.

Por último, hay una crítica (más velada pero igual de contundente) al sistema educativo y al sistema productivo o, más bien, al sistema educativo concebido como una parte inherente del sistema productivo, es decir, a la idea de educar para formar a futuros adultos productivos, no para formar a seres humanos.

Áreas de conocimiento donde se puede aplicar  
En el área de lengua y literatura, como ocurre con cualquier obra literaria, su valor es evidente: es uno de esos libros que contibuyen a forjar lectores empedernidos y que, si se leen en el momento preciso, se recuerdan con viveza a pesar del paso de los años. Además, Momo está plagado de elementos simbólicos fáciles de entender que lo convierten en una lectura mucho más rica que la media.

En ciencias sociales, se hace referencia a las ciudades antiguas (presuntamente romanas) y, de hecho, Momo vive en las ruinas de un anfiteatro.

En matemáticas, los hombres grises son unos expertos manipuladores de números, que hacen sumas y restas con el tiempo vivido y el tiempo por vivir de los hombres a los que tratan de embaucar.

Ideas y propuestas de actividades 
Estas son algunas propuestas de actividades que podéis hacer antes, durante y después de la lectura. La palabra "actividad" suena a tarea escolar obligatoria y aburrida, pero no se trata de eso. La obligación acaba con el placer de la lectura. Si una lectura te atrapa, te gustará saber más cosas sobre los personajes o sobre el autor, y ya no será una obligación, sino un placer. Cualquier libro puede ser el principio de un viaje que no acaba nunca porque todo el conocimiento humano está interconectado. Deja que sea tu hijo o hija quien te guíe durante ese viaje y ofrécele estas propuestas solo como lo que son: propuestas.

Antes de la lectura: Haced una reflexión sobre el tiempo. ¿Qué es, en realidad, el tiempo? ¿Qué es el pasado, el presente y el futuro? Todos esos conceptos, desde un punto de vista filosófico pero muy comprensible, constituyen los puntos cardinales de la novela.

Durante la lectura: Momo es una novela rica en símbolos. Son, además, símbolos muy simples: los villanos que roban el tiempo son hombres de color gris, mientras que la heroína es una niña libérrima que camina descalza y viste ropa hecha con retales de colores; la sabia tortuga Casiopea, el parlanchín Gigi Cicerone, el silencioso Beppo Barrendero, las flores horarias del maestro Hora... Todos ellos son símbolos de diferentes actitudes frente al tiempo y la vida. Será un juego muy divertido e ilustrativo descubrir esos símbolos y qué es lo que representan.

También merece la pena detenerse en investigar el origen de los nombres de algunos personajes: Casiopea, Cicerone, el maestro Hora, etc. También, por supuesto, el origen y aspecto de los anfiteatros, así como para qué los utilizaban en la Antigua Roma.

Podemos tratar de averiguar, en nuestro día a día, de qué forma nos están afectando sin que nos demos cuenta esos hombres grises que nos roban el tiempo. Este es un trabajo introspectivo que cada lector puede hacer por separado, pero que hecho en familia puede resultar aún más enriquecedor. Puede que te sorprendas porque tus hijos saben más de las tácticas de los hombres grises que tú mismo. El lógico: los hombres grises te borraron la memoria después de embaucarte, pero les resulta más difícil manipular a los niños. Michael Ende te lo explica muy bien en la novela.

La crítica al consumismo durante todo el libro es feroz. Es interesante identificarla y reflexionar juntos acerca de los modos en los que nosotros mismos, como individuos y como familia, hemos caído en sus garras casi sin darnos cuenta, así como pensar en las formas en las que podríamos librarnos de ello, o si en realidad deseamos hacerlo.

Yo siento debilidad por la crítica velada al sistema educativo que subyace en muchas páginas de la novela. Podemos reflexionar con los niños sobre los siguientes aspectos: ¿es posible que una niña se críe sola, sin ayuda permanente de los adultos y sin ir a la escuela? ¿Qué sería de ella al llegar a la edad adulta? ¿Se parecen esos centros donde los hombres grises ingresan a los niños a las escuelas actuales? ¿Son divertidos los juegos diseñados "para aprender"? ¿Se puede aprender con juegos no dirigidos? La cantidad de preguntas que podemos hacernos al respecto son infinitas y entroncan directamente con lo más profundo del modo en el que aprendemos los humanos.

Los hombres grises son los antagonistas de la novela y resultan ciertamente temibles al tiempo que un poco ridículos. La figura del hombre gris, serio y elegante, contrapuesta a la niña descalza y vestida de brillantes colores se ha repetido desde entonces en muchas ocasiones, en libros, películas y canciones. Se me pasan por la cabeza ahora mismo un libro ("La casa Rusia", de John Le Carré), una canción ("El hombre del traje gris", de Joaquín Sabina) y una película ("La lista de Schindler", de Steven Spielberg) donde se utilizan los mismos símbolos. Podéis jugar a localizar a los hombres grises en otras obras de la cultura popular.

Después de la lectura: ¿Por qué tenemos siempre tanta prisa? ¿Hay algo que podamos hacer para dejar de tenerla? Estas serían la preguntas que tendríamos que poder plantearnos al finalizar la lectura de Momo para niños. Podéis investigar sobre la concepción moderna del tiempo, la invención de los relojes para marcar el ritmo de trabajo de los hombres y la esclavitud que ello supuso. También sobre el movimiento slow que comenzó en Italia con el slow food, en contraposición al concepto importado de Estados Unidos de fast food y que se ha extendido a muchos ámbitos (slow cities, slow fashion, slow schools, etc).

Otros libros afines 
Cuando lees Momo, es casi imposible que no te quedes con ganas de leer más obras del autor.

Para niños más pequeños, o para adolescentes que no hayan perdido aún esa chispa de ingenuidad propia de la infancia, recomiendo encarecidamente Jim Botón y lucas el maquinista y su secuela, Jim Botón y los trece salvajes. Son dos prodigios de imaginación asombrosos. Eso sí, debo hacerte una advertencia: ambos destilan una misoginia sorprendente que el autor puliría en obras posteriores. No obstante, sus múltiples virtudes superan de lejos este defecto, que puede ser aliviado charlando con tu hijo/a o, mejor aún, leyendo el libro con él/ella.

Por supuesto, la lectura de La historia interminable es un lugar común en la formación de cualquier lector. Todo lo que hayas oído sobre ella es verdad: la segunda parte es mucho más ardua de leer que la primera y su contenido filosófico la hace densa y retorcida. Razón de más para acompañar a nuestros hijos en la lectura (mientras ellos quieran, desde luego). También habrás oído que la adaptación cinematográfica no le hace justicia, o lo habrás comprobado con tus propios ojos. Es cierto, y el propio Michael Ende se mostró muy contrariado cuando vio la película.

Además de la obra de Ende, puede ser un buen momento para leer Elogio de la lentitud de Carl Honoré, un ensayo que cuestiona la percepción occidental del tiempo y el modo de vida estresante que nos hemos autoimpuesto. Es un texto arduo para los niños. Más bien, se trata de una lectura recomendable para ti, el adulto que acompaña a esos niños.
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Documentos de trabajo  
Historia del reloj en Guioteca.
"Esclavos de las horas", artículo de opinión de Julio Martínez Velasco en Abc.
"La tiranía del reloj", artículo de opinión de Jorge Moruno en Público.
Reseña de Momo en Kindlegarten.
Biografía de Michael Ende en Lecturalia.
La filosofía en la obra de Michael Ende en Endeland.
Artículo sobre el movimiento slow en Wikipedia.
Artículo sobre Carl Honoré y su "Elogio de la lentitud" en El País.

12.4.19

Diccionario de Fantasia -B-

Balduino Reverencia: desempeña el cargo de Ministro del Interior y Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Izquierdo, tiene una chaqueta a la que le da vuelta en función del cargo que desempeña en cada momento; como Ministro de Asuntos Exteriores, la chaqueta es roja con franjas negras y como Ministro del Interior es negra con franjas rojas.
[La historia de la sopera y el cazo]

Barrio al Borde del Tiempo: aquí no es de día ni de noche, sin embargo, todo está rodeado de una luz que parece venir de todas partes. En la plaza, hay un monumento formado por una gran base en forma de cubo, de piedra negra, coronada por un gigantesco huevo blanco. Las casas son de un blanco casi cegador, parece como si todo estuviese rodeado por cristal pues no se nota el menor soplo de aire. Aquí se avanza más rápido cuanto más lento se va.
[Momo y los ladrones del tiempo]

Bastián Baltasar Bux: muchacho pequeño y gordo de diez u once años de edad, pelo castaño oscuro, tímido y huidizo al que no le agradan las preguntas, pero es un ávido lector. Según E. Levi, el nombre Baltasar significa “guardián del tesoro” (sirio) y es el nombre tradicional para el desinteresado que busca el verdadero tesoro. Bastián está basado en Willi, amigo de Michael Ende quien murió por neumonía en 1937, al ser su primera experiencia con el fallecimiento de alguien cercano, reavivó su imagen en Bastián.
Tiene un hámster, un acuario con peces tropicales y básicamente todo lo que necesita salvo el afecto de su padre, pues desde la muerte de su madre, Bastián se siente invisible a los ojos de él. No es bueno en deportes, ni con los profesores o los estudios, Koreander lo describe como: "una nulidad en toda la línea". Quizá lo único que realmente sabe hacer es imaginarse algo tan claramente que casi puede verlo y oírlo. Cuando se cuenta a sí mismo sus historias, a menudo olvida todo lo que le rodea y se despierta sólo al final, como de un sueño. Le gustan especialmente los libros en que los personajes viven aventuras fabulosas.
El día que, de camino a su escuela, entra a la librería de Koreander, cuenta con tres marcos y cincuenta pfennig, suma con la que piensa, le es imposible comprar el libro de La historia interminable, pero ya que siente una especie de magnetismo irresistible por él, tanto que incluso, piensa que el libro fue quien lo llamó a la librería, decide llevárselo. Bastián piensa que ese es el libro que siempre ha deseado, una historia que no acabe nunca, el libro de todos los libros. Cuando Ende fue acusado de sacrílego por haber utilizado esta expresión, señaló: “La expresión «libro de los libros» no sólo la utilizan los cristianos para la Biblia, sino también los judíos para la Torá, los musulmanes para su Corán, los hindúes para el Bhagawatgita, etcétera: o sea, que lo que yo habría escrito es también un Anticorán, un Antibhagawatgita, etcétera… no se crea usted todo lo que la gente imprime y cuenta por ahí” (Carpeta de apuntes).
Bastián entra a escondidas en su colegio, ubicado al final de la calle y al que teme por ser el escenario diario de sus fracasos, un lugar en donde los profesores lo regañan y sus compañeros se burlan de él, considera que estar ahí es una especie de pena de prisión que durará hasta que crezca. Esta idea es básicamente autobiográfica pues Ende aseguró acerca de sus días de estudiante: “fui terrible en la escuela, perdía la esperanza en clases, y vivía en constante terror por tener que volver al día siguiente. Para mí la escuela fue una larga y gris prisión a la que estaba sentenciado por un tiempo indefinible”. El motivo de las paredes color espinaca seca de las paredes se repiten en El largo camino hacia Santa Cruz y en El espejo en el espejo.
Ya en la escuela, se oculta en el desván y comienza a leer La historia interminable adentrándose cada vez más en ella, inicia su lectura a las 9:00 a.m., y termina de leer el primer capítulo a las 10:00 a.m., y así sucesivamente lee un capítulo por hora aproximadamente, cuando Atreyu encuentra a Ygrámul, el grito de Bastián resuena en el Abismo profundo y ambos lo escuchan; al momento de finalizar el capítulo 12, ya es medianoche y es entonces cuando se introduce literalmente en el libro luego de pronunciar en voz alta el nuevo nombre de la Emperatriz Infantil y reiniciar la historia en Fantasia, ahí permanecerá por los siguientes 13 capítulos y regresará en el capítulo final a las 9:00 a.m. del día siguiente, el primer domingo de adviento.
La Emperatriz Infantil le otorga momentáneamente el ÁURYN a Bastián y él inicia su viaje en Fantasia en Perelin-Goab y también su cambio como persona, al leer la inscripción al reverso de la alhaja: haz lo que quieras, considera que esas palabras le animan a hacer todo lo que tenga ganas de hacer. Graógraman le dirá que el significado real es que debe realizar su Verdadera Voluntad, un camino compuesto de realizar un deseo tras otro y que exige la mayor autenticidad y atención, porque en ningún otro es tan fácil perderse para siempre, pero Bastián sólo comprende que debe realizar todos y cada uno de sus deseos y así comienza a perder un recuerdo de su vida pasada por cada deseo cumplido, empezando porque desde su llegada a Fantasia, él cambia física y anímicamente, se convierte en un chico delgado y apuesto, vestido como un príncipe oriental, fuerte, intrépido y valiente, olvidando que fue todo lo contrario antes de su llegada. Acerca de este punto, Ende dice: la búsqueda de la «verdadera voluntad» (Thelema) tiene su origen en Rabelais y tiene validez sólo en Fantasia, en el reino de lo imaginario, del arte, de la poesía, de los sueños, un reino amoral (Carpeta de apuntes).
Recibe otros dos objetos mágicos: el cinturón de invisibilidad llamado Guémmal y la espada Sikanda, con esta hiere gravemente a Atreyu en la batalla de la Torre de Marfil. Luego de visitar la Ciudad de los antiguos emperadores, decide comenzar el difícil viaje de regreso a su hogar. Tras su visita a la Casa del Cambio, descubre que su verdadera voluntad es amar y así llega a la Mina de las Imágenes, donde consigue encontrar un frágil recuerdo de su padre que lo lleve de regreso.
Finalmente, Atreyu y Fújur se comprometen a terminar todas las historias que Bastián dejó incompletas y así, permitirle salir de Fantasia.
[La historia interminable]

Baureo: viento del este, representado por nubes color gris. En la mitología griega, el viento del este se llama Euros o Eurus, traía luz y calor, pero también podía traer violentas tormentas y lluvia pertinaz. Representado con los cabellos alborotados y flores en las manos, su símbolo era una vasija invertida derramando agua.
[La historia interminable]

Bechmoth: director y máximo ordenador de Misraim, nadie le ha visto nunca y sin embargo siempre está presente con un murmullo ronco y convincente dentro de las mentes de todas las sombras, excepto durante las fases de sueño, da órdenes, anima, reprende, guía y coordina toda actividad de las sombras. Iwri lo percibe como una figura grande pero extrañamente encogida, casi jorobada. Parece un anciano decrépito y muy alto. Su cráneo triangular y calvo brilla como un espejo metálico y sus miembros se retuercen en un constante espasmo. Su cuerpo tiene aspecto de plomo gris. Probablemente debe su nombre a Behemot, bestia mencionada en el Libro de Job 40:15-24.1 que metafóricamente, ha llegado a ser usado para connotar algo extremadamente grande o poderoso.
[Las catacumbas de Misraim]

Belcebú Sarcasmo: Consejero Secreto de Magia; alto y muy delgado, viste una bata verde cardenillo; su cabeza es pequeña, calva y apergaminada, nariz aguileña, orejas grandes y boca muy delgada, lleva lentes de grueso armazón negro. Su edad es de 187 años, entre sus numerosos títulos figuran: MANA (Miembro de la Academia de Negras Artes) Dr. HC (Dr Horroris Causa) ECIA (Encargado de la Cátedra de Infamia Aplicada) MCSA (Miembro del Consejo Supremo de Aquelarres). Firma un contrato con el Ministro de las Tinieblas Supremas, su excelencia Belcebú y sólo cumple la mitad de sus obligaciones, así que es visitado por el señor Maledictus Oruga que le advierte, regresará a medianoche, si Sarcasmo no salda hasta entonces su pasivo contractual en materia de maldades será secuestrado por orden de la autoridad. De modo que Sarcasmo idea crear el ponche mágico que le permita cumplir con su contrato en las pocas horas que le quedan.
[El ponche de los deseos]

Belial: abuelo de Belcebú Sarcasmo. Debe su nombre a Belial "el de ganancias corruptas y señor de la arrogancia". Desde la Edad Media ha sido considerado como príncipe de los infiernos.
[El ponche de los deseos]

Belisario: hijo de Druccio de unos diez años y pelo negro rizado, no se sabe mucho más de él.
[Sin duda algo pequeño]

Beppo Barrendero: ha adoptado su profesión como apellido pues todos le llaman así. Vive en una choza que él mismo ha construido cerca del anfiteatro hecha de ladrillos, latas y cartón. Es muy bajo y siempre va encorvado por lo que apenas sobrepasa a Momo; un mechón de pelos canoso corona su cabeza y usa unos pequeños lentes. Algunos piensan que le falta un tornillo, pues ante las preguntas se limita a sonreír amablemente y no contesta, cuando cree que una respuesta es innecesaria se calla; cuando la considera necesaria la piensa y responde dos horas o un día después. Asiste por error a una reunión de los hombres grises quienes le dicen que tienen secuestrada a Momo y que sólo podrá rescatarla si guarda silencio absoluto y reúne cien mil horas de ahorro, a fin de rescatarla comienza a barrer sin disfrutar como antes hacía. Este personaje guarda similitudes con el anciano del cuento tibetano conocido como Barriendo impurezas.
[Momo y los ladrones del tiempo]

Bertoldo Cerdoso: jabalí cuya propuesta en la junta de animales es aplastar a Norberto Nucagorda.
[Norberto Nucagorda]

Biendormidita: princesa de Reposolandia que vive con sus padres en el Palacio de los sueños y no puede dormir bien a causa de las pesadillas. Es tratada con innumerables remedios y medicinas, todos ineficaces hasta que el rey conoce al Tragasueños quien soluciona el problema.
[El Tragasueños]

Biblioteca de Amarganz: gran edificio que se alza sobre un barco redondo y tiene la forma de una enorme caja de plata. Sus paredes exteriores son lisas y sin adornos, y tampoco tiene ventanas. Sólo una gran puerta, cerrada (antes de la llegada de Bastián) en cuyo centro existe una piedra en un engarce circular, que parece un pedazo de cristal. Qüérquobad informa a Bastián que nadie ha podido abrir la puerta así que pide su ayuda y Bastián al nombrar la piedra Al-Tsahir, logra abrirla. En el interior, existe una gran sala redonda con paredes de una altura de muchas plantas, repletas de libros. Las estanterías están divididas en diversos departamentos con rótulos indicadores. «Historias divertidas», «Historias emocionantes» o «Historias serias» o «Historias cortas», y así sucesivamente. En el centro de la redonda sala hay en el suelo una gran inscripción:
BIBLIOTECA
DE LAS OBRAS COMPLETAS
DE BASTIÁN BALTASAR BUX
Bastián cuenta a los amargancios como en la antigüedad, los Ayayai pusieron como condición a Aqüil y Muqua que ellos y todos sus descendientes se dedicaran a cantar canciones y contar cuentos. Y mientras lo hicieran, los Ayayai los ayudarían, porque de esa forma participarían también y su fealdad contribuiría a hacer algo bello. Por eso, la pareja fundó la biblioteca en la que reunieron todas las historias de Bastián. Comenzaron por ésta (la propia fundación de la Biblioteca) y poco a poco fueron añadiendo todas las que he Bastián contara alguna vez, finalmente fueron tantas que ni aquellos dos ni sus numerosos descendientes que hoy pueblan la ciudad podrían agotarlas nunca.
La biblioteca también es un símbolo del inconsciente, por eso está conectada a La mina de las Imágenes.
[La historia interminable]

Bis: ser muy extraño nombrado como habitante de Fantasia.
[La historia interminable]

Blanco: niño amigo de Momo que parece un tanto dejado.
[Momo y los ladrones del tiempo]

Blubb: emisario de los fuegos fatuos que semeja una esfera luminosa cuando se encuentra en movimiento, aproximadamente del tamaño de una pelota que da grandes saltos, rebota y vuelve a flotar en el aire en zig-zag. A los fuegos fatuos no les agrada que los miren directamente y hacen que otros se infatúen. Su patria se encuentra bastante lejos, en Podrepantano. Son pequeños, corren y saltan a más no poder y entre ellos no existe diferencia de sexos, son ágiles y ligeros y pueden cambiar de dirección en mitad de un salto, tienen una credibilidad y fiabilidad medianas.
Blubb se reúne con los otros enviados en el Bosque de Haule y tras partir solo hacia la Torre de marfil, llega finalmente a los diez días debido a un enorme rodeo que dio al equivocarse de camino.
En la mitología, los fuegos fatuos son espíritus de carácter travieso o maligno que despistan a los viajeros en las marismas o pantanos donde viven. En algunos lugares son considerados  espíritus de niños muertos abandonados o nonatos, almas que no han logrado descansar. También son considerados hadas.
[La historia interminable]

Borromeo Colmi: (1573-1663) nace en Palermo y se instala en Roma, procede de una familia acomodada; médico, arquitecto y mago, su nombre raras veces aparece en documentos o cartas de la época; según una nota del diario del médico papal Giacobbe de Corleone, Colmi es un hombre pequeño, delgado, de aspecto saturnino y mirada intensa, aprensiva. Se conocen dos escritos de su propia mano: Le tenebre divine, Roma 1601, presente en la Biblioteca Vaticana, y Architettura infernale e celeste, Mantua 1616 presente en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires. Otras de sus obras son, La torre di Babele citada elogiosamente por Benvenuto Levi y dada por perdida. El órgano de agua en el Giradino del Licorno en Cefalú, le Temietto flotante en Villa Campolo en la proximidades del Monte Fiascone o Il trono del gigante un palacete en forma de gigantesca silla en los jardines del cardenal Alessandro Spada cerca de Ravena todos destruidos, hoy solo existe un pasillo en el palacio Baranova, popularmente conocido como El pasillo de Borromeo Colmi.
[El pasillo de Borromeo Colmi]

Bosque de Haule: bosque muy oscuro con viejísimos y gigantescos árboles entre los cuales ruje el viento, aquí se reúnen por primera vez, los cuatro mensajeros: Blubb el fuego fatuo, Úckuck el diminutense, Vúschvusul el silfo nocturno y Pyernrajzark el comerrocas. Es también el sitio en donde Atreyu habla con los trolls de corteza y tiene el primer avistamiento de la Nada
[La historia interminable]

Bosque-de-las-Mil-Maravillas: enorme jungla salvaje de árboles de cristal multicolores, enredaderas y flores extrañas, en donde es posible contemplar el gran número de animales exóticos que allí habita.
[Jim Botón y Lucas el maquinista]
 
Bosquemiedo: lugar habitado por osos, serpientes gigantes, espíritus del bosque y duendes malvados. El paisaje lo componen árboles gigantescos de miles de años, desfiladeros, plantas trepadoras y pantanos con fuegos fatuos. Queda de camino hacia el Castillo Escalofrío.
[Rodrigo Bandido]

Brujas: habitantes de Fantasia de todo tipo jóvenes y viejas, hermosas y feas.
Tradicionalmente se dice que, mediante el empleo de pócimas, conjuros y sortilegios, son capaces de obrar toda clase de cosas, generalmente para causar daño en virtud de las cualidades inherentes a ellas que poseen por herencia. En los siglos XIV-XVII la brujería se popularizó de tal manera que la Iglesia desencadenó una caza de brujas. La bula Stummis Desiderantis (1484) dictada por Inocencio VIII representó la declaración de guerra contra la brujería.
[La historia interminable]

Búfalos purpúreos: recorren el Mar de Hierba en grandes rebaños, tienen el doble de tamaño de un toro normal, con un pelaje largo y sedoso color rojo púrpura, con grandes y afilados cuernos. En general son pacíficos, pero cuando husmean un peligro o se sienten atacados, pueden ser tan terribles como una fuerza de la Naturaleza. Nadie se hubiera atrevido a cazar a aquellos animales, salvo los pieles verdes, que además lo hacen sólo con arcos y flechas porque prefieren la lucha caballeresca y por eso ocurre a menudo que no es el animal sino el cazador quien pierde la vida. Los pieles verdes quieren y respetan a los búfalos purpúreos y creen que únicamente tienen derecho a matarlos porque están dispuestos a ser matados por ellos.
Cuando inicia su búsqueda, Atreyu sueña constantemente con el rebaño de búfalos siempre fuera de su alcance, pero una noche, un macho especialmente grande con una mancha blanca en su frente, precisamente el que en realidad había querido cazar, le dice en sueños: "Si me hubieses matado serías ahora un cazador. Sin embargo, renunciaste a ello y por eso puedo ayudarte ahora, ...¡Busca a la Vetusta Morla!"
Históricamente el búfalo era la base de supervivencia de las tribus que habitaban las grandes llanuras de Norteamérica. Su caza se realizaba siempre en comunión con el espíritu del animal al que respetaban y agradecían por su carne, su piel, sus huesos y su medicina que utilizaba el chamán para curar. El búfalo adquiere la capacidad protectora y mágica de dar la vida a la comunidad, transmite su fuerza al cazador y es un representante del Gran Espíritu, conectar con él búfalo, por medio de representaciones era señal de elevación espiritual.
[La historia interminable]

Bufón: sirviente del príncipe Joan, se queda a esperarlo en el País del Mañana, es el único que no cae bajo el encanto de Angramain y en todo momento trata de advertirle de la maldad de la araña
[Jojo, historia de un saltimbanqui]

Bui-bui: veloz y peludo animalito de adscripción zoológica desconocida, color rojo fogoso y gran suavidad, ojos color ámbar, es compañero de Max Muto
[Max Muto, viajero por el mundo del sueño]

Bux: ventrílocuo, hombrecillo frágil, rondando los sesenta años, de pelo y bigotito blancos, con modales de lord inglés. Lleva un abrigo negro, en su día muy elegante, pero ahora raído y lleno de manchas, sobre sus rodillas sostiene a Ottokar, muñeco parlante vestido de ascensorista y dotado de una mímica extraordinariamente expresiva. Forma parte de un grupo de saltimbanquis.
[Jojo, historia de un saltimbanqui]



La historia Interminable de Michael Ende dirigida por Wolfgang Petersen

Texto: Iván Montero en El libro durmiente
Imagen: C. Morrow

Si hay una novela que me apasiona por encima de muchas otras, esa es La Historia Interminable, del fallecido Michael Ende.

En 1979 se publica por primera vez, y en alemán, La Historia Interminable. Esta novela es una auténtica oda a la fantasía y a la capacidad de soñar, pero nos advierte de los peligros existentes al tratar de vivir en uno solo de los dos mundos que nos conforman: el real y el fantástico.

Así, aunque la novela fue catalogada como ‘literatura juvenil’ —un concepto que jamás he comprendido demasiado bien, la verdad—, en ella se esconde una crítica brutal e hiriente de una realidad que, desde que se escribiera hasta hoy, se ha visto agravada por las tecnologías que nos rodean, por el sistema de vida que se ha impuesto, y por la dificultad que entraña cada vez más acceder al mundo de la fantasía. De hecho, su propio autor indicó en repetidas ocasiones que el contenido de la obra sobrepasaba la narración para alzarse como una crítica —y si me lo permitís, digna de ser estudiada en todos los centros de educación secundaria y universitaria de manera obligatoria—, inspirada, en gran medida, en la Divina Comedia de Dante Alighieri.

Dado que no pretendo hacer una crítica o reseña de la obra más conocida de Ende (reñida, sin lugar a dudas, con la enorme Momo), debo ceñirme a lo que toca: la adaptación cinematográfica de La Historia Interminable.

Coproducida entre la República Federal de Alemania (Alemania occidental) y los EE.UU. de América en el año 1984, la cinta, cuyo título original fue Die Unendliche Geschichte (La Historia Interminable en España, La Historia sin fin en Hispanoamérica, y The Neverending Story en los EE.UU.), provocó un enorme dolor estomacal en el bueno de Ende; y es que, lejos de lograr extraer la esencia de la novela, apenas si fueron capaces de representar con fidedigna destreza a los personajes de la misma. Fue tal el enfado del escritor, que solicitó que quitaran su nombre de los créditos al considerar la película una adaptación plana y meramente comercial.

Pero, ¿estaba justificado el enfado de Ende? Considerando que un libro es como un hijo para su autor, ¡vaya si lo estaba!

Si habéis leído el libro y visto la película, coincidiréis conmigo en algunas cosas que ahora voy a relatar.

Para empezar, La Historia Interminable cinematográfica no es La Historia Interminable literaria; y esto es así no porque no termine de ajustarse del todo a la trama, o porque su autor jurase en hebreo al ver el film. No. Esto es así porque la película solo cuenta la mitad de la obra literaria: la historia en la que Bastián va acercándose a Fantasía, la parte en la que es requerido por la Emperatriz Infantil. Si queremos completar la adaptación —la parte en la que Bastián se adentra en Fantasía—, deberemos recurrir a The Neverending Story II: The Next Chapter. Sin embargo, si la primera se pone en tela de juicio, de esta segunda es mejor no mencionar palabra alguna… Por supuesto, si no deseáis verme convertido en uno de los Balrogs de Morgoth de las obras de Tolkien, mejor no me preguntéis por La Historia Interminable III… ¡Seamos amigos!

Bien, como decía, la película solo adapta la primera parte de la novela; y su adaptación, como ya he dicho —coincidiendo plenamente con el bueno de Ende—, no logra ni remotamente transmitir la esencia mágica del libro Pero, ¿por qué?

Bajo mi punto de vista, no puedo hacer otra cosa que decepcionarme ante la que podría haber sido una auténtica obra maestra, pues la materia prima es excepcional. Solo con que hubieran mantenido ciertos aspectos de la novela, quizá retocando simplemente unos pocos detalles o diálogos en la adaptación, podríamos haber salvado la cinta de la quema en la que arde. Y es que no me refiero a mejoras en los efectos especiales —consciente de las complicaciones que las capacidades técnicas de la época tenían—, sino de aspectos tan triviales como mantener un diálogo existente en el libro, suprimido o modificado indecentemente en la película.

En realidad, si no hubiera habido libro, podríamos decir que la película es incluso genial… Pero claro, estamos comparándola con la obra de Ende… y eso la convierte en una colosal decepción.

Pero vamos a ver por qué es esto así.

Para empezar, Bastián no es un chico carente de complejos; es gordo, gordo y torpe, y vive atemorizado por las clases de gimnasia. Si recordáis la película, el actor es un niño delgado, del cual podríamos decir incluso que es majo, ¡seguramente era uno de los guapetones de la clase! Además, parte de su carácter se debe a que entre él y su padre existe una frialdad que no se refleja en la película. Esta frialdad, sin lugar a dudas, emana de la desaparición de la madre de Bastián, lo cual es un detalle que marca bastante el estado anímico del padre, y tiene cierta relevancia en los capítulos finales de la obra. Así, este punto genera cierto matiz melancólico que la película no supo reflejar; simplemente se basó en el hecho de que Bastián sufre bulling por parte de algunos compañeros de clase, y de que en ocasiones añora a su madre.

Asimismo, al margen de la esencia general, vemos que este dramatismo tampoco se refleja en momentos más puntuales, como en la muerte de Ártax —el caballo de Atreyu—. Para empezar, Ártax habla, y lo que dice en el Pantano de la Tristeza poco antes de morir hace honor al escenario con creces. En la película, sin embargo, los muebles quedan salvados por la banda sonora y el grito final de Atreyu, unido esto a la pantalla en negro (¡que sí!, que me provocó alguna que otra lagrimilla). Lo que quiero decir es que es un detalle que cambia la naturaleza de la película para transformarla en una adaptación que ni logra ni parece desear conservar el espíritu de la obra literaria; y eso, amigos, debió molestar mucho a Ende (a mí, también me habría pasado).

Sin embargo, bajo mi muy personal punto de vista, lo que más hace que se aleje la cinta del libro es la conversación que mantienen Gmork y Atreyu en la Ciudad de los espectros (capítulo IX). Deseo de corazón que leáis el libro y saboreéis este capítulo con auténtica devoción, tanto si ya lo habéis leído como si no. Sin lugar a dudas, la filosofía que en él se esconde no tiene parangón alguno. De hecho, creo que este es el punto definitivo para desvincular libro y película de un modo irreversible. Haber quitado esa parte en la adaptación cinematográfica hace que la película se convierta en una buena películael rato con los críos en el sofá, pero no como adaptación de la magnífica obra de Ende.

No deseo enrollarme más. Quisiera, ya que andan con los dichosos remakes arriba y abajo, que un buen director (y a la mente me vienen Tim Burton y Guillermo del Toro, ¡fíjate!) se pusiera manos a la obra para realizar una labor que definitivamente logre hacer un hueco de honor en la gran pantalla para una obra que, hoy más que nunca, precisa ser leída por muchos.

Y vosotros, ¿qué pensáis? para pasar

3.4.19

La construcción de la libertad en dos relatos: Michael Ende y Platón

Texto: María Fernanda Cebrían Velasco, Ana Cecilia Gamboa Revilla, Montserrat González Gamboa y Regina Vélez Villalobos en Congreso 2016 de Humanidades y Artes. UNAM
Imagen: Félix Girard

 
 
A través de dos textos “El mito de la caverna” de Platón y “La prisión de la libertad” de Michael Ende se construye un concepto de libertad a partir de la visión del enfrentamiento con el otro y la toma de decisión de los personajes frente al miedo de ejercer la misma, la cual tiene como resultado el entender la diferencia entre libertad y libertinaje.
Este es un tema analizado desde la antigüedad hasta nuestros días y tomando en cuenta estos dos textos se puede decir que la libertad sigue siendo un tema de interés para investigar, sobretodo por las nuevas generaciones.
 
 
Introducción:
En cada época se pueden encontrar temas que son tendencia, los cuales todo escritor quiere plasmar en varias páginas y todo filósofo expresarlas con palabras. Estos reflejan la realidad vivida en dicho tiempo y que logran llegar a las mentes o a las almas de los que lo habitaban, simplemente porque lo sentían cerca, real y palpable. Sin embargo, hay otros temas que no tienen época; éstos son los que no importa la situación económica, el año o el país en el que se lean, logran interesar a la gente. Son los que se cuestionan y analizan aquello que nunca pasa de moda: la existencia humana.
 
El tema a tratar en este ensayo es uno de los que no tienen época, uno que Platón se planteó hace muchísimo tiempo pero que también escritores actuales discuten: la libertad. Qué tanta libertad tenga una persona influye directa y enormemente en todos y cada uno de los aspectos de su vida. Es algo que se busca hasta obtenerlo, se anhela hasta que se entiende que la libertad implica responsabilidad, y es común que esto de miedo. A su vez, el temor es sólo una parte del camino hacia el poder ejercer la libertad, asumirla y aceptarla.
 
Es por esto que en el trabajo se desarrollará la idea de que la toma de decisión de los personajes frente al miedo de ejercer su libertad tiene como resultado la consciencia de la libertad y la diferencia entre ésta y el libertinaje.
 
Dicho tema se discutirá tomando como referencia dos textos que giran en torno a todo esto, El mito de la caverna de Platón y La prisión de la libertad de Michael Ende.
 
En ambos textos se construye el concepto de libertad a partir de la visión del enfrentamiento con el otro, razón por la cual se considera que son adecuados para profundizar en éste tema, además de que el basarnos en escritos de épocas tan diferentes es una evidencia de cómo éste tema, sobre todas las cosas, es inconcluso y universal.

También nos hemos apoyado en lecturas acerca de las mismas obras, las cuales nos ayudaron a comprender un poco más la definición de la libertad y lo que implica tener consciencia de la misma, la diferencia entre libertad y libertinaje, y sobretodo, como este tema ha sido un motor de escritura de los autores elegidos.
 
 
Desarrollo:
En primer lugar, es importante conocer la vida y el pensamiento de ambos autores para entender las causas o factores que los llevaron a profundizar y exponer de esta manera el tema de la libertad.
 
Platón (427-347 a. C.) fue un importante filósofo de la Grecia antigua. Su filosofía se vio influenciada en su mayoría por el pensamiento de su maestro Sócrates, quien se cuestionaba a él mismo y a la gente sobre el mundo, obteniendo respuestas que servían para generar otra pregunta y así llegar a su más célebre conclusión “Sólo sé que no se nada”. En sus ideas, Platón refleja la influencia de las diferentes formas de pensamiento con las que se topó a lo largo de sus viajes por Oriente y el Sur de Italia. Los dos temas que más se destacan en su filosofía, son el <<conocimiento>>, de manera más profunda, el estudio de la naturaleza del mismo y de las condiciones que lo posibilitan y <<la moral>>, la cual consideraba fundamental en la vida práctica y en la realización de la aspiración humana a la felicidad, en una doble vertiente individual y colectiva, ética y política. Esas ideas siempre las centró en esta última. Pero no es así de simple, todo esto está expresado en un verdadero sistema filosófico de gran alcance ético basado en su teoría de las Ideas. En la actualidad se puede decir que el pensamiento occidental está fuertemente influenciado por las ideas de Platón.
 
El segundo autor es Michael Ende. Nacido en Alemania en el año de 1929, fue un escritor muy reconocido por sus obras escritas en los años cincuenta. Recibió una fuerte educación humanística durante la infancia, esto es algo que se refleja en las obras que realizó. Su temas giran alrededor de la búsqueda de uno mismo y la libertad. Antes de convertirse en escritor, trabajó como actor, crítico y dramaturgo durante diez años. Otro aspecto importante que afectó al enfoque humanista de sus obras fue la vivencia de la fuerte violencia de la Segunda Guerra Mundial. (Díaz, 2002). Es reconocido como un gran autor de literatura infantil y juvenil.
 
Las historias dentro de la literatura de Ende refieren a temas que trascienden a las diferentes generaciones, como expresa Federico Von Baumbach en su artículo, tales como la idea de metamorfosis del hombre a través del tiempo, la propia concepción del tiempo como un cuestión a investigar y reflexionar, <<la libertad>> (o la búsqueda de ella), la posibilidad y la importancia de poder decidir, la memoria, el dolor, el olvido, la deshumanización y la indiferencia presentes en el modo de vida capitalista, el cuestionamiento de la existencia de Dios, la obsesión, la muerte, la búsqueda incansable de la felicidad, el destino, el azar, la necesidad de crear ilusiones en las personas para darle un sentido a su existencia (sobre todo a través de la magia) y la capacidad del ser humano de poder imaginar "otros mundos" dentro de éste. (Lea. Revista de libros y cultura, nº 33).
 
En segundo lugar es importante conocer la definición de los dos conceptos a analizar: la libertad y el libertinaje. De ellos se desprenden el miedo, la decisión y el respeto.
 
Libertad, según el diccionario de la real academia española de la lengua (DRAE) se define como la “facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.”
 
Por otro lado, el libertinaje se define como “desenfreno en las obras o en las palabras”.
 
Al conocer las definiciones se puede observar que son contradictorias y uno de los planteamientos es que en las dos historias a analizar, los personajes principales, al principio no saben diferenciar una de otra, es hasta el final, y con base en sus actos, que aprenden las diferencias entre libertad y libertinaje y pueden por ello tomar una decisión con respecto a su vida.

Esto nos ha hecho reflexionar sobre la actualidad del tema ¿somos o no libres al tomar nuestras propias decisiones? ¿estamos ciegos como los hombres de la caverna? ¿podemos vivir en el libertinaje como lo hace Insh’allah? Tal vez esa ceguera puede estar llena de prejuicios, ideas que creemos que son correctas y al final de la vida o de las experiencias nos damos cuenta que no y por ello tenemos la posibilidad de cambiarlas como lo hacen los personajes de los textos.
 
 
Análisis:
El “mito de la caverna”, de Platón, es un diálogo entre el autor y Glaucón, en el mismo cuentan la historia de unos prisioneros, encadenados de pies, manos y cabeza, condenados a mirar por siempre una pared, viendo las sombras de lo que pasaba detrás del fuego que los iluminaba, por ello sólo conocían la realidad a través de las mismas, hasta que uno de ellos es liberado y sale de la cueva, va a experimentar la realidad, conocer aquello que da origen a las sombras para después regresar y contarles a los demás prisioneros lo que sucede afuera. Al final de la historia este hombre no vuelve a salir de ahí.
 
“La prisión de la libertad”, de Michael Ende, cuenta la historia de Insh’allah (Lo que Dios quiera), un mendigo que le relata al califa como se enfrentó al “espíritu del mal”, Iblís. Este espíritu seduce a Insh’allah para que niegue a Alá, ya que este personaje se ha dedicado a ir en contra de las normas de su religión y por ello el demonio decide seducirlo. Lo encierra en una especie de mezquita y la única manera en la cual puede salir de ella es eligiendo una de las 111 puertas que aparecen en este lugar, de las cuales sólo una lleva a la salida, y por ello Insh’allah debe tomar una decisión y elegir una puerta, sino, se quedará atrapado para siempre. Al final, él decide no elegir ninguna puerta y es así como se libera de su prisión, regresa a las buenas costumbres y se convierte en quien es.
 
En sí, los conflictos planteados en estas historias parecen muy diferentes, al principio nos costó trabajo encontrar la similitud entre estos dos problemas, pero llegamos al acuerdo de que ambos textos hablan de un tema principal: la libertad.

En el mito de la caverna, el problema principal de los prisioneros, es que carecen de libertad, no saben que es ni cómo ejercerla, porque en realidad, no conocen la vida como debería de ser, sólo conocen sus sombras y las sombras reflejadas por el exterior. 
 
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos. (Platón, p. 1)
 
Esto nos lleva a que, si no se conoce la verdad, entonces se carece de libertad y por ello la falta de ésta les impide tener más opciones sobre qué pueden hacer en la realidad que conocen, es por eso que les llaman prisioneros.
 
En “La prisión de la libertad”, el conflicto más destacado es el contrario del mito de la caverna, es el exceso de libertad y el no saber qué hacer con ella, ni cómo manejarla, en pocas palabras: el libertinaje.
 
Yo era entonces un joven en la flor de la edad y lleno de la vana presunción que el veneno del griego había destilado en mi corazón. Creía que mi felicidad y mis riquezas se debían a mi talento y saber de comerciante. Perdía mis días en disquisiciones filosóficas con aquel presunto maestro y amigo, y mis noches en interminables orgías. Pensé que ya no tenía que obedecer el orden revelado por Alá a través de sus profetas; abandoné las oraciones y las abluciones prescritas y fui descuidando todos los demás mandamientos de nuestra religión. (Ende, p. 70-71)
 
Los dos personajes son esclavos, uno físicamente y el otro por medio de sus acciones, su libertad es una ilusión y en el caso de Insh’allah, esta supuesta libertad es libertinaje. Por ejemplo, no sigue las normas de su religión, blasfema, se dedica al placer y, como dice el texto, no cumple con el ayuno en Ramadán, por ello es abandonado por sus sirvientes y se queda solo en casa. Es en ese momento cuando Iblís decide aparecerse, con forma de mujer, y tentarlo para así hacerlo jurar que no obedecerá la voluntad de nadie, ni siquiera de Alá, sino la propia.

-Oh, señor- respondió con la voz de una paloma arrulladora-, te pertenezco sólo a ti. Haz conmigo como plazca a tu corazón. Pero antes júrame que obedeces y siempre obedecerás a tu voluntad y no a la de otro.
-Te lo juro por Dios Todopoderoso- dije.
Ella rió y enarcó asombrada las cejas que recordaban las alas de la alondra cuando remonta el vuelo.
-¿Cómo puedes jurar en ese nombre?- preguntó burlona-. Si él es todo poderoso, las cosas suceden según su voluntad y no según la tuya. (Ende, 71)
 
El desarrollo de los textos parte desde dos puntos diferentes a partir del conflicto principal. En el primer texto, se enfoca sobre el dilema que vive el hombre que es liberado de las cadenas y puede voltear a ver lo que es la realidad. Se llegan a mencionar los pros y los contras de esto:
 
Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora?” (Platón, p. 2)
 
En el segundo texto, se habla más sobre la reflexión del personaje principal entorno a su situación y cómo va a resolverla. Después de ser seducido es capturado en la mezquita y obligado a tomar una decisión, a su vez describe la forma en la que Insh’allah piensa y actúa, y a la vez, pensamos que es la parte más reflexiva e importante de la historia.
 
“Me hallaba sobre un lecho circular, en medio de una gigantesca sala, también circular, cerrada por una cúpula. […] El enorme espacio se asemejaba a un mezquita, o más bien a una diabólica interpretación de ese espacio sagrado, pues así como éste está imbuido del excelso espíritu del Corán y de sus bienhechores versículos, aquél era el reflejo de un universo vacío e inanimado.” (Ende, p. 72)
 
Insh’allah al darse cuenta de su encierro, también vio que en el lugar había muchas puertas, ahí empieza su confusión, no sabe por cual de ellas podría salir. Él pensaba que una sola puerta podría ser mejor, ya que lucharía por abrirla, pero al haber 111 puertas las cosas cambiaban, alguna de ellas encerraba una trampa y con esto la duda empezó a perseguirlo. Aquí creemos que esto puede trasladarse a la situación actual; con tantas opciones a la mano, el ser humano a veces no puede tomar una decisión o toma una decisión errónea, rara vez se escoge la correcta a la primera. 
 
“Sin abandonar el lecho giré lentamente para estudiar una puerta tras otras, pero todas eran iguales, sin ninguna señal que las diferenciara. Mi corazón vacilaba entre la angustia y la esperanza hasta hacerme brotar el sudor de la frente.” (73)
 
Por otro lado, en el mito de la caverna, esto no sucede, como lo escribimos antes, el hombre que sale de la misma se debe a que es liberado, pero el problema es el regreso. Al entrar de nuevo en la caverna y empezar a explicar a los otros sobre lo que ha visto y reflexionad, sobre lo que puede que se enfrentara a varias posibilidades, que los otros lo creyeran loco, que lo mataran porque les enseña algo nuevo.
 
Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba? Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?” (Platón, p. 3)
 
Por otro lado Insh’allah tiene que escoger una puerta, decidir por una salida, mientras Iblís le insiste en que escoja una puerta. Él le pregunta varias veces si alguna es diferente a las demás y el demonio sólo de dice que sí, pero al escoger una puerta, las demás se cerrarían para siempre. 
 
“Aunque no lo conociera sus pasos estarían determinados porque todo está determinado, así que tampoco podría elegir. […] Pasé muchos días y noches inmóvil, deseando estar muerto para así a la voz incorpórea que no dejaba de insistir en que tomará una decisión”. (Ende, p. 76)
 
Para finalizar los dos cuentos llegan a una mismo final, los dos personajes principales se sobresaltan por la decisión que tienen que enfrentar, el primero se acobarda por el asombro de la realidad, y por esto decide dejar su libertad y volver a ser prisionero en el mundo conocido previamente. 
 
“Si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?” (Platón, p.3).
 
El segundo personaje no se atreve a tomar una decisión y decide no ejercer su libertad, se queda en la misma situación en la que empezó, y eso es lo que al final lo libera y hace que sea consciente del poder de la libertad interior.
 
Te doy las gracias Misericordioso, Altísimo y Santísimo, por haberme curado del autoengaño y haberme quitado la carga de la falaz libertad. Ahora que ya no puedo ni debo elegir me resulta fácil renunciar para siempre a mi voluntad y someterme a tu santa voluntad, sin protestar y sin pretender o comprender. (Ende, p. 78).
 
Al final, en los dos textos parece que los personajes principales regresan a lo mismo, pero Insh’allah a diferencia del hombre de la caverna, tiene un cambio más profundo, entiende que la libertad interior es dada por Alá a partir de una reflexión profunda, por ello es que deja su forma de vida anterior y abandona todo y al ser liberado se encuentra como un mendigo ciego en la puerta de Bagdad; es liberado de los placeres que lo ataban, las ideas que lo alejaban de su camino, por ello puede ser él mismo y a la vez enseñarle al califa la importancia de la verdadera libertad.
 
-¡Extraordinario! ¡Verdaderamente extraordinario! Tu relato será escrito. Pídeme un regalo, que te concederé lo que desees.
El mendigo alzó sus ojos blancos como la leche hacia el señor de los creyentes y contestó con una sonrisa:
-Alá recompense tu generosidad, señor. Pero qué puedes regalarme si poseo lo más grande que pueda poseer un hombre.
Cuando el califa oyó estas palabras se asombró aún más y estuvo callado un buen rato. Por fin dijo a su visir:
-Me parece que lo que a éste le ha sucedido ha sido por designio de Alá- alabado sea su nombre- para conducirles a la única riqueza verdadera. (Ende, 78-79)

 
Conclusión:
Solamente existe una manera de que un tema sea vigente en cualquier época, de que la gente no se canse de leerlo ni los escritores de escribirlo, que dicho tema no haya sido resuelto, que las puertas sigan abiertas para nuevos análisis y teorías en torno a él. 
 
Desde nuestra perspectiva, la libertad es un tema que no ha sido resuelto ya que solamente puede ser visto subjetivamente, dado que cada individuo la percibe de forma diferente. Esto es lo que parece interesante, pues en la mayoría de los casos no hay una respuesta certera porque se pueden analizar muchos aspectos de esta, como en este caso los resultados de la falta y el exceso de libertad y la ejecución de libertad frente al otro. 
 
Además la libertad es casi la principal razón humana de ser y vivir, pensamos que sin ella la humanidad no estaría donde está ahora, principalmente porque creemos que el comportamiento de las personas sería otro; este pensamiento se ve muy marcado en las historias futuristas de ficción que los autores contemporáneos cuentan recientemente. 
 
Por otro lado, una vez finalizado este ensayo, consideramos que hay dos aspectos de la libertad que son claros y precisos. El primero es que el ser libre y el tomar decisiones va de la mano con tener absoluta responsabilidad sobre lo que dichas decisiones provoquen, y si hay algo que la sociedad de la actualidad intenta evadir a toda costa es tener responsabilidad alguna sobre cualquier aspecto: Los comportamientos son justificados constantemente. Los jóvenes prefieren decir que tenían demasiado alcohol en su organismo como para actuar racionalmente a aceptar que lo que hicieron estuvo mal. El miedo y rechazo a asumir la responsabilidad es claro y es creciente, por decepcionante que sea. 
 
El segundo aspecto que nos queda claro es que no es hasta que se acepta e interioriza dicho sentimiento que se es posible asumir de manera asertiva la responsabilidad: No es el hecho de no poder fallar, es el hecho de saber y entender que se puede fallar y que la culpa no es de nadie más que de aquel que falló, pero que el decidir erróneamente no es sinónimo de fracaso absoluto, sino de una oportunidad para volver a intentar, y explotar así aquello que nos cuesta tanto trabajo aceptar: La libertad. 
 
En la vida aparecen puertas todo el tiempo, unas más grandes que otras pero que la toma de decisión implique una responsabilidad, es decir la conciencia del impacto de las tomas de decisiones, y un compromiso no significa que se debe renunciar a todo lo demás, solamente que lo que decidas quizá será más intenso a diferencia que la vida decida por ti.

 
 
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Biografías y vidas, la enciclopedia biográfica en línea, “Platón”, recuperado de http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/platon.htm
Charbonneau, P. (1984). Adolescencia y libertad. Barcelona: Herder.
Díaz, Armas J. (2002). Las puertas de acceso a lo maravilloso. Lazarillo: revista de la asociación de amigos del libro infantil y juvenil, 7, 16-27. Recuperado de (http://endeland.blogspot.mx/2014/02/biografia-de-michael-ende.html
Ende, M. (1997), La prisión de la libertad. Alfaguara. México.
Fromm, E. (1980). El Miedo a la libertad. España: Paidós Studio.
Platón, (1992), Alegoría de la Caverna, República, Libro VII. Madrid: Ed. Gredos.
Von Baumbach, F. “Michael Ende. Cuando la ficción es un modelo para la realidad”, Lea. Revista de libros y cultura. Año 5, n°33. Recuperado de http://www.imaginaria.com.ar/16/0/ende.htm
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