Texto: Paco Cid Jiménez, Sonia B. García Romero y Eva Mª Maroto Fernández en Educac
Imagen: Michael Ende
Escritor alemán, de tendencia fantástica. Durante sus estudios alternó la escritura con el teatro. En 1961 recibió el premio al mejor libro infantil publicado en Alemania, por Jim Botón y Lucas el Maquinista.
Pero las obras que le han hecho internacionalmente conocido son Momo y La historia interminable.
En sus creaciones, Ende refleja la soledad que padecen los niños de la era consumista, un concepto diferente del espacio y del tiempo, la riqueza literaria del miedo.
Sus protagonistas son niños-héroes acostumbrados a sobrellevar la soledad por medio de la fantasía. Tras la guerra se derrumba la estructura familiar tradicional en Alemania; los alemanes pretenden olvidar el horror vivido dedicándose al consumo y la diversión. De ahí que Ende, a lo largo de toda su obra, mitificara a los miembros más pequeños de las familias alemanas, muchas de ellas familias de hijo único.
A partir de los años 60, la soledad en que se veían los niños alemanes (recordemos los ‘niños de las llaves’, quienes pasaban la mayor parte del tiempo solos, con unos padres que trabajaban todo el día), sería ‘aprovechado’ por Ende para suplir esta soledad con la fantasía. Momo, Lena o Bastián son niños que han asumido la condición de la infancia solitaria.
El realismo en esa época se imponía en la literatura infantil, así que los libros fueron considerados por algunos críticos como ‘inadecuados’ para la infancia. Sin embargo, los pequeños lectores de Ende demandaban sus libros, pues en ellos podían dar rienda suelta a su imaginación. El simple hecho de girar sus páginas se convierte en una fórmula mágica para traspasar fronteras.
En la Historia interminable, es la propia Fantasía la que se encuentra en peligro, y necesita de la imaginación de un niño para salvarse.
Por otro lado, en los libros de Ende la eternidad es una realidad, como lo es para los niños, quienes no son conscientes del pasar del tiempo, y que viven en una sucesión de presentes, en la que lo importante siempre es el ahora. Es la propuesta de fondo en Momo, el volver a la vida en la que el concepto de ‘tiempo’ que todos conocemos no existe y no pasa para el protagonista, pues los que pasamos somos nosotros.
Los protagonistas de Ende viven en espacios creados artificialmente, unas veces reflejan el desastre, otras los muestran como algo natural. Momo, por ejemplo, vive en un anfiteatro abandonado, una ruina de la cultura del hombre.
Otros libros de Ende son Tragasueños, El espejo en el espejo, El dragón y la mariposa y, por último, Jojo: historia de un saltinbanqui (teatro).