3.4.19

La construcción de la libertad en dos relatos: Michael Ende y Platón

Texto: María Fernanda Cebrían Velasco, Ana Cecilia Gamboa Revilla, Montserrat González Gamboa y Regina Vélez Villalobos en Congreso 2016 de Humanidades y Artes. UNAM
Imagen: Félix Girard

 
 
A través de dos textos “El mito de la caverna” de Platón y “La prisión de la libertad” de Michael Ende se construye un concepto de libertad a partir de la visión del enfrentamiento con el otro y la toma de decisión de los personajes frente al miedo de ejercer la misma, la cual tiene como resultado el entender la diferencia entre libertad y libertinaje.
Este es un tema analizado desde la antigüedad hasta nuestros días y tomando en cuenta estos dos textos se puede decir que la libertad sigue siendo un tema de interés para investigar, sobretodo por las nuevas generaciones.
 
 
Introducción:
En cada época se pueden encontrar temas que son tendencia, los cuales todo escritor quiere plasmar en varias páginas y todo filósofo expresarlas con palabras. Estos reflejan la realidad vivida en dicho tiempo y que logran llegar a las mentes o a las almas de los que lo habitaban, simplemente porque lo sentían cerca, real y palpable. Sin embargo, hay otros temas que no tienen época; éstos son los que no importa la situación económica, el año o el país en el que se lean, logran interesar a la gente. Son los que se cuestionan y analizan aquello que nunca pasa de moda: la existencia humana.
 
El tema a tratar en este ensayo es uno de los que no tienen época, uno que Platón se planteó hace muchísimo tiempo pero que también escritores actuales discuten: la libertad. Qué tanta libertad tenga una persona influye directa y enormemente en todos y cada uno de los aspectos de su vida. Es algo que se busca hasta obtenerlo, se anhela hasta que se entiende que la libertad implica responsabilidad, y es común que esto de miedo. A su vez, el temor es sólo una parte del camino hacia el poder ejercer la libertad, asumirla y aceptarla.
 
Es por esto que en el trabajo se desarrollará la idea de que la toma de decisión de los personajes frente al miedo de ejercer su libertad tiene como resultado la consciencia de la libertad y la diferencia entre ésta y el libertinaje.
 
Dicho tema se discutirá tomando como referencia dos textos que giran en torno a todo esto, El mito de la caverna de Platón y La prisión de la libertad de Michael Ende.
 
En ambos textos se construye el concepto de libertad a partir de la visión del enfrentamiento con el otro, razón por la cual se considera que son adecuados para profundizar en éste tema, además de que el basarnos en escritos de épocas tan diferentes es una evidencia de cómo éste tema, sobre todas las cosas, es inconcluso y universal.

También nos hemos apoyado en lecturas acerca de las mismas obras, las cuales nos ayudaron a comprender un poco más la definición de la libertad y lo que implica tener consciencia de la misma, la diferencia entre libertad y libertinaje, y sobretodo, como este tema ha sido un motor de escritura de los autores elegidos.
 
 
Desarrollo:
En primer lugar, es importante conocer la vida y el pensamiento de ambos autores para entender las causas o factores que los llevaron a profundizar y exponer de esta manera el tema de la libertad.
 
Platón (427-347 a. C.) fue un importante filósofo de la Grecia antigua. Su filosofía se vio influenciada en su mayoría por el pensamiento de su maestro Sócrates, quien se cuestionaba a él mismo y a la gente sobre el mundo, obteniendo respuestas que servían para generar otra pregunta y así llegar a su más célebre conclusión “Sólo sé que no se nada”. En sus ideas, Platón refleja la influencia de las diferentes formas de pensamiento con las que se topó a lo largo de sus viajes por Oriente y el Sur de Italia. Los dos temas que más se destacan en su filosofía, son el <<conocimiento>>, de manera más profunda, el estudio de la naturaleza del mismo y de las condiciones que lo posibilitan y <<la moral>>, la cual consideraba fundamental en la vida práctica y en la realización de la aspiración humana a la felicidad, en una doble vertiente individual y colectiva, ética y política. Esas ideas siempre las centró en esta última. Pero no es así de simple, todo esto está expresado en un verdadero sistema filosófico de gran alcance ético basado en su teoría de las Ideas. En la actualidad se puede decir que el pensamiento occidental está fuertemente influenciado por las ideas de Platón.
 
El segundo autor es Michael Ende. Nacido en Alemania en el año de 1929, fue un escritor muy reconocido por sus obras escritas en los años cincuenta. Recibió una fuerte educación humanística durante la infancia, esto es algo que se refleja en las obras que realizó. Su temas giran alrededor de la búsqueda de uno mismo y la libertad. Antes de convertirse en escritor, trabajó como actor, crítico y dramaturgo durante diez años. Otro aspecto importante que afectó al enfoque humanista de sus obras fue la vivencia de la fuerte violencia de la Segunda Guerra Mundial. (Díaz, 2002). Es reconocido como un gran autor de literatura infantil y juvenil.
 
Las historias dentro de la literatura de Ende refieren a temas que trascienden a las diferentes generaciones, como expresa Federico Von Baumbach en su artículo, tales como la idea de metamorfosis del hombre a través del tiempo, la propia concepción del tiempo como un cuestión a investigar y reflexionar, <<la libertad>> (o la búsqueda de ella), la posibilidad y la importancia de poder decidir, la memoria, el dolor, el olvido, la deshumanización y la indiferencia presentes en el modo de vida capitalista, el cuestionamiento de la existencia de Dios, la obsesión, la muerte, la búsqueda incansable de la felicidad, el destino, el azar, la necesidad de crear ilusiones en las personas para darle un sentido a su existencia (sobre todo a través de la magia) y la capacidad del ser humano de poder imaginar "otros mundos" dentro de éste. (Lea. Revista de libros y cultura, nº 33).
 
En segundo lugar es importante conocer la definición de los dos conceptos a analizar: la libertad y el libertinaje. De ellos se desprenden el miedo, la decisión y el respeto.
 
Libertad, según el diccionario de la real academia española de la lengua (DRAE) se define como la “facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.”
 
Por otro lado, el libertinaje se define como “desenfreno en las obras o en las palabras”.
 
Al conocer las definiciones se puede observar que son contradictorias y uno de los planteamientos es que en las dos historias a analizar, los personajes principales, al principio no saben diferenciar una de otra, es hasta el final, y con base en sus actos, que aprenden las diferencias entre libertad y libertinaje y pueden por ello tomar una decisión con respecto a su vida.

Esto nos ha hecho reflexionar sobre la actualidad del tema ¿somos o no libres al tomar nuestras propias decisiones? ¿estamos ciegos como los hombres de la caverna? ¿podemos vivir en el libertinaje como lo hace Insh’allah? Tal vez esa ceguera puede estar llena de prejuicios, ideas que creemos que son correctas y al final de la vida o de las experiencias nos damos cuenta que no y por ello tenemos la posibilidad de cambiarlas como lo hacen los personajes de los textos.
 
 
Análisis:
El “mito de la caverna”, de Platón, es un diálogo entre el autor y Glaucón, en el mismo cuentan la historia de unos prisioneros, encadenados de pies, manos y cabeza, condenados a mirar por siempre una pared, viendo las sombras de lo que pasaba detrás del fuego que los iluminaba, por ello sólo conocían la realidad a través de las mismas, hasta que uno de ellos es liberado y sale de la cueva, va a experimentar la realidad, conocer aquello que da origen a las sombras para después regresar y contarles a los demás prisioneros lo que sucede afuera. Al final de la historia este hombre no vuelve a salir de ahí.
 
“La prisión de la libertad”, de Michael Ende, cuenta la historia de Insh’allah (Lo que Dios quiera), un mendigo que le relata al califa como se enfrentó al “espíritu del mal”, Iblís. Este espíritu seduce a Insh’allah para que niegue a Alá, ya que este personaje se ha dedicado a ir en contra de las normas de su religión y por ello el demonio decide seducirlo. Lo encierra en una especie de mezquita y la única manera en la cual puede salir de ella es eligiendo una de las 111 puertas que aparecen en este lugar, de las cuales sólo una lleva a la salida, y por ello Insh’allah debe tomar una decisión y elegir una puerta, sino, se quedará atrapado para siempre. Al final, él decide no elegir ninguna puerta y es así como se libera de su prisión, regresa a las buenas costumbres y se convierte en quien es.
 
En sí, los conflictos planteados en estas historias parecen muy diferentes, al principio nos costó trabajo encontrar la similitud entre estos dos problemas, pero llegamos al acuerdo de que ambos textos hablan de un tema principal: la libertad.

En el mito de la caverna, el problema principal de los prisioneros, es que carecen de libertad, no saben que es ni cómo ejercerla, porque en realidad, no conocen la vida como debería de ser, sólo conocen sus sombras y las sombras reflejadas por el exterior. 
 
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos. (Platón, p. 1)
 
Esto nos lleva a que, si no se conoce la verdad, entonces se carece de libertad y por ello la falta de ésta les impide tener más opciones sobre qué pueden hacer en la realidad que conocen, es por eso que les llaman prisioneros.
 
En “La prisión de la libertad”, el conflicto más destacado es el contrario del mito de la caverna, es el exceso de libertad y el no saber qué hacer con ella, ni cómo manejarla, en pocas palabras: el libertinaje.
 
Yo era entonces un joven en la flor de la edad y lleno de la vana presunción que el veneno del griego había destilado en mi corazón. Creía que mi felicidad y mis riquezas se debían a mi talento y saber de comerciante. Perdía mis días en disquisiciones filosóficas con aquel presunto maestro y amigo, y mis noches en interminables orgías. Pensé que ya no tenía que obedecer el orden revelado por Alá a través de sus profetas; abandoné las oraciones y las abluciones prescritas y fui descuidando todos los demás mandamientos de nuestra religión. (Ende, p. 70-71)
 
Los dos personajes son esclavos, uno físicamente y el otro por medio de sus acciones, su libertad es una ilusión y en el caso de Insh’allah, esta supuesta libertad es libertinaje. Por ejemplo, no sigue las normas de su religión, blasfema, se dedica al placer y, como dice el texto, no cumple con el ayuno en Ramadán, por ello es abandonado por sus sirvientes y se queda solo en casa. Es en ese momento cuando Iblís decide aparecerse, con forma de mujer, y tentarlo para así hacerlo jurar que no obedecerá la voluntad de nadie, ni siquiera de Alá, sino la propia.

-Oh, señor- respondió con la voz de una paloma arrulladora-, te pertenezco sólo a ti. Haz conmigo como plazca a tu corazón. Pero antes júrame que obedeces y siempre obedecerás a tu voluntad y no a la de otro.
-Te lo juro por Dios Todopoderoso- dije.
Ella rió y enarcó asombrada las cejas que recordaban las alas de la alondra cuando remonta el vuelo.
-¿Cómo puedes jurar en ese nombre?- preguntó burlona-. Si él es todo poderoso, las cosas suceden según su voluntad y no según la tuya. (Ende, 71)
 
El desarrollo de los textos parte desde dos puntos diferentes a partir del conflicto principal. En el primer texto, se enfoca sobre el dilema que vive el hombre que es liberado de las cadenas y puede voltear a ver lo que es la realidad. Se llegan a mencionar los pros y los contras de esto:
 
Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora?” (Platón, p. 2)
 
En el segundo texto, se habla más sobre la reflexión del personaje principal entorno a su situación y cómo va a resolverla. Después de ser seducido es capturado en la mezquita y obligado a tomar una decisión, a su vez describe la forma en la que Insh’allah piensa y actúa, y a la vez, pensamos que es la parte más reflexiva e importante de la historia.
 
“Me hallaba sobre un lecho circular, en medio de una gigantesca sala, también circular, cerrada por una cúpula. […] El enorme espacio se asemejaba a un mezquita, o más bien a una diabólica interpretación de ese espacio sagrado, pues así como éste está imbuido del excelso espíritu del Corán y de sus bienhechores versículos, aquél era el reflejo de un universo vacío e inanimado.” (Ende, p. 72)
 
Insh’allah al darse cuenta de su encierro, también vio que en el lugar había muchas puertas, ahí empieza su confusión, no sabe por cual de ellas podría salir. Él pensaba que una sola puerta podría ser mejor, ya que lucharía por abrirla, pero al haber 111 puertas las cosas cambiaban, alguna de ellas encerraba una trampa y con esto la duda empezó a perseguirlo. Aquí creemos que esto puede trasladarse a la situación actual; con tantas opciones a la mano, el ser humano a veces no puede tomar una decisión o toma una decisión errónea, rara vez se escoge la correcta a la primera. 
 
“Sin abandonar el lecho giré lentamente para estudiar una puerta tras otras, pero todas eran iguales, sin ninguna señal que las diferenciara. Mi corazón vacilaba entre la angustia y la esperanza hasta hacerme brotar el sudor de la frente.” (73)
 
Por otro lado, en el mito de la caverna, esto no sucede, como lo escribimos antes, el hombre que sale de la misma se debe a que es liberado, pero el problema es el regreso. Al entrar de nuevo en la caverna y empezar a explicar a los otros sobre lo que ha visto y reflexionad, sobre lo que puede que se enfrentara a varias posibilidades, que los otros lo creyeran loco, que lo mataran porque les enseña algo nuevo.
 
Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba? Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus manos y matarlo?” (Platón, p. 3)
 
Por otro lado Insh’allah tiene que escoger una puerta, decidir por una salida, mientras Iblís le insiste en que escoja una puerta. Él le pregunta varias veces si alguna es diferente a las demás y el demonio sólo de dice que sí, pero al escoger una puerta, las demás se cerrarían para siempre. 
 
“Aunque no lo conociera sus pasos estarían determinados porque todo está determinado, así que tampoco podría elegir. […] Pasé muchos días y noches inmóvil, deseando estar muerto para así a la voz incorpórea que no dejaba de insistir en que tomará una decisión”. (Ende, p. 76)
 
Para finalizar los dos cuentos llegan a una mismo final, los dos personajes principales se sobresaltan por la decisión que tienen que enfrentar, el primero se acobarda por el asombro de la realidad, y por esto decide dejar su libertad y volver a ser prisionero en el mundo conocido previamente. 
 
“Si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?” (Platón, p.3).
 
El segundo personaje no se atreve a tomar una decisión y decide no ejercer su libertad, se queda en la misma situación en la que empezó, y eso es lo que al final lo libera y hace que sea consciente del poder de la libertad interior.
 
Te doy las gracias Misericordioso, Altísimo y Santísimo, por haberme curado del autoengaño y haberme quitado la carga de la falaz libertad. Ahora que ya no puedo ni debo elegir me resulta fácil renunciar para siempre a mi voluntad y someterme a tu santa voluntad, sin protestar y sin pretender o comprender. (Ende, p. 78).
 
Al final, en los dos textos parece que los personajes principales regresan a lo mismo, pero Insh’allah a diferencia del hombre de la caverna, tiene un cambio más profundo, entiende que la libertad interior es dada por Alá a partir de una reflexión profunda, por ello es que deja su forma de vida anterior y abandona todo y al ser liberado se encuentra como un mendigo ciego en la puerta de Bagdad; es liberado de los placeres que lo ataban, las ideas que lo alejaban de su camino, por ello puede ser él mismo y a la vez enseñarle al califa la importancia de la verdadera libertad.
 
-¡Extraordinario! ¡Verdaderamente extraordinario! Tu relato será escrito. Pídeme un regalo, que te concederé lo que desees.
El mendigo alzó sus ojos blancos como la leche hacia el señor de los creyentes y contestó con una sonrisa:
-Alá recompense tu generosidad, señor. Pero qué puedes regalarme si poseo lo más grande que pueda poseer un hombre.
Cuando el califa oyó estas palabras se asombró aún más y estuvo callado un buen rato. Por fin dijo a su visir:
-Me parece que lo que a éste le ha sucedido ha sido por designio de Alá- alabado sea su nombre- para conducirles a la única riqueza verdadera. (Ende, 78-79)

 
Conclusión:
Solamente existe una manera de que un tema sea vigente en cualquier época, de que la gente no se canse de leerlo ni los escritores de escribirlo, que dicho tema no haya sido resuelto, que las puertas sigan abiertas para nuevos análisis y teorías en torno a él. 
 
Desde nuestra perspectiva, la libertad es un tema que no ha sido resuelto ya que solamente puede ser visto subjetivamente, dado que cada individuo la percibe de forma diferente. Esto es lo que parece interesante, pues en la mayoría de los casos no hay una respuesta certera porque se pueden analizar muchos aspectos de esta, como en este caso los resultados de la falta y el exceso de libertad y la ejecución de libertad frente al otro. 
 
Además la libertad es casi la principal razón humana de ser y vivir, pensamos que sin ella la humanidad no estaría donde está ahora, principalmente porque creemos que el comportamiento de las personas sería otro; este pensamiento se ve muy marcado en las historias futuristas de ficción que los autores contemporáneos cuentan recientemente. 
 
Por otro lado, una vez finalizado este ensayo, consideramos que hay dos aspectos de la libertad que son claros y precisos. El primero es que el ser libre y el tomar decisiones va de la mano con tener absoluta responsabilidad sobre lo que dichas decisiones provoquen, y si hay algo que la sociedad de la actualidad intenta evadir a toda costa es tener responsabilidad alguna sobre cualquier aspecto: Los comportamientos son justificados constantemente. Los jóvenes prefieren decir que tenían demasiado alcohol en su organismo como para actuar racionalmente a aceptar que lo que hicieron estuvo mal. El miedo y rechazo a asumir la responsabilidad es claro y es creciente, por decepcionante que sea. 
 
El segundo aspecto que nos queda claro es que no es hasta que se acepta e interioriza dicho sentimiento que se es posible asumir de manera asertiva la responsabilidad: No es el hecho de no poder fallar, es el hecho de saber y entender que se puede fallar y que la culpa no es de nadie más que de aquel que falló, pero que el decidir erróneamente no es sinónimo de fracaso absoluto, sino de una oportunidad para volver a intentar, y explotar así aquello que nos cuesta tanto trabajo aceptar: La libertad. 
 
En la vida aparecen puertas todo el tiempo, unas más grandes que otras pero que la toma de decisión implique una responsabilidad, es decir la conciencia del impacto de las tomas de decisiones, y un compromiso no significa que se debe renunciar a todo lo demás, solamente que lo que decidas quizá será más intenso a diferencia que la vida decida por ti.

 
 
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Biografías y vidas, la enciclopedia biográfica en línea, “Platón”, recuperado de http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/platon.htm
Charbonneau, P. (1984). Adolescencia y libertad. Barcelona: Herder.
Díaz, Armas J. (2002). Las puertas de acceso a lo maravilloso. Lazarillo: revista de la asociación de amigos del libro infantil y juvenil, 7, 16-27. Recuperado de (http://endeland.blogspot.mx/2014/02/biografia-de-michael-ende.html
Ende, M. (1997), La prisión de la libertad. Alfaguara. México.
Fromm, E. (1980). El Miedo a la libertad. España: Paidós Studio.
Platón, (1992), Alegoría de la Caverna, República, Libro VII. Madrid: Ed. Gredos.
Von Baumbach, F. “Michael Ende. Cuando la ficción es un modelo para la realidad”, Lea. Revista de libros y cultura. Año 5, n°33. Recuperado de http://www.imaginaria.com.ar/16/0/ende.htm

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