13.11.22

Jim Botón ¿qué tan racista es el popular libro infantil?

Texto: Deutsche Welle
Imagen: portada de libro



Esta es la historia de Jim Botón que, siendo un bebé diminuto, llega un día a la isla de Lummerland en un paquete postal. Eventualmente, el rey de Lummerland siente que su isla es demasiado pequeña para todos los residentes, por lo que Jim, un adolescente para ese entonces, su mejor amigo Lucas y la locomotora Emma se dirigen a la tierra ficticia de Mandala para salvar a una princesa.

El libro titulado Jim Botón y Lucas el maquinista, escrito en 1960 por Michael Ende ha cautivado tanto a adultos como a niños. Dos años después de su publicación en alemán, se imprimió la continuación: Jim Botón y los 13 salvajes.

Los libros han sido traducidos a un total de 33 idiomas, incluidos el árabe, estonio, japonés, hebreo y chino. Se han impreso alrededor de 5,5 millones de copias en todo el mundo, lo que lo convierte en un éxito mundial. Más tarde, Ende ganaría fama por los libros Momo y La historia interminable.


Jim Botón: un héroe negro
Era inusual que una historia en la década de 1960 tuviera un héroe negro. "De pequeña, amaba a Jim Botón, el niño que se parecía a mí y que era el héroe de la historia", se expresó Tupoka Ogette, escritora residente en Berlín a la Fundación Heinrich Böll. También recordó que el uso de la palabra N la molestó lo suficiente como para tacharla del libro. La palabra la había hecho sufrir de niña, escribió la autora y defensora del antirracismo.

En los últimos años, la palabra N ha sido el foco de muchos debates en Alemania relacionados con los estereotipos racistas en los libros para niños. Muchos editores han reemplazado nombres y referencias racistas en ediciones recientes, como en Pippi Calzaslargas de Astrid Lindgren. El nombre del padre de la heroína se cambió de "Rey N" a Rey del Mar del Sur.

Algunos, como la educadora con sede en Hamburgo Christiane Kassama, dicen que los libros de Jim Botón son completamente inapropiados. "Jim Botón reproduce muchos clichés sobre la supuesta naturaleza y apariencia típica de los negros", dijo al periódico alemán Die Zeit con motivo del 60 aniversario del libro. “Es tal como se imaginan los blancos: un niño negro divertido y descarado. La forma en que el ilustrador Franz Josef Tripp dibujó a Jim Botón, con una amplia sonrisa y gruesos labios rosados, es impensable hoy en día.”

La editorial Thienemann, se niega a cambiar el lenguaje del libro. Argumentan que los personajes son figuras literarias ficticias de una era diferente y también dicen que no quieren infringir la ley de derechos de autor.

En 2019, se estrenó la ópera infantil Jim Botón y Lucas el maquinista en la Komische Oper de Berlín. "Jim siempre está listo para una aventura, aprendiendo cosas nuevas y abierto a conocer gente nueva", dijo Georgina Melville, la soprano británica que interpretó el papel de Jim. "Jim Botón es un modelo a seguir para todos los niños. Su viaje le enseña paciencia, comprensión y coraje y lo confronta con sus propias debilidades", dijo a DW.

No es la primera vez que la historia se cuenta en un formato diferente. La versión de marionetas de la Augsburger Puppenkiste fue filmada para televisión en la década de 1960, convirtiendola en una historia popular en Alemania.


Siguiendo a sus personajes
Nacido en 1929 en Garmisch-Partenkirchen, en el sur de Alemania, Michael Ende fue a la escuela mientras los nazis estaban en el poder y luego estudió para ser actor. Escribió poemas e historias como pasatiempo y perfeccionó sus habilidades con el tiempo. Sus historias y personajes se desarrollaron espontáneamente.

En el caso de Jim Botón, el escritor no tenía idea de hacia dónde se dirigía la historia cuando comenzó a escribirla. Durante una entrevista en la televisión alemana en 1990, dijo: "Parece una broma, pero es verdad: no sabía qué había en ese paquete", dijo, refiriéndose al paquete que contenía a Jim en el comienzo de la historia. Para Ende, escribir era una aventura. "Hay un momento en que los personajes cobran vida propia y simplemente los sigues", dijo en ese momento.

Jim Botón luchó contra el racismo
Cuando Michael Ende murió en 1995, el patrimonio que dejó incluía escritos y notas que mostraban que el autor era fervientemente antirracista y examinaba críticamente la ideología racial de los nacionalsocialistas. Este espíritu se refleja en las aventuras de Jim, donde él y sus compañeros ayudan a los extraños y desvalidos durante sus viajes.

En la historia, los viajeros llegan a las puertas de la ciudad de los dragones, Kummerland, en dónde se pueden leer las palabras: "¡Atención! Prohibida la entrada a dragones que no sean de raza pura bajo pena de muerte". No solo derrotan a la cruel maestra dragón, la señora Maldiente. Sino que también solicitan la ayuda de un medio dragón, un paria porque su madre es un hipopótamo y no un dragón.

“Esta es una historia que frustra la ideología racista de los nazis y es a la vez tolerante y pacifista”, dijo Ralf Schweikart, un político del partido socialdemócrata alemán que defiende la literatura juvenil. "El héroe negro y la princesa china se encuentran y ni el origen ni el color de la piel juegan un papel determinante"

Así es que el color de la piel de Jim Botón no jugó ningún papel importante cuando la historia se transformó en una ópera para niños en la Komische Oper de Berlín. "Algunas palabras y frases naturalmente causan incomodidad en el mundo de hoy y son el talón de Aquiles del libro, por así decirlo", dijo la cantante Georgina Melville quien agregó que la producción reflejó una actitud más moderna.

El director de cine Dennis Gansel también omitió deliberadamente las alusiones al color de la piel de Jim, cuando convirtió el primer libro de Jim Botón en una película en 2018. 

 

 

11.11.22

Fantasia. Encontrar tu camino en un reino sin fronteras

Fantasia es el reino de los mitos y los cuentos de hadas, el reino del que proceden todas las historias y el deseo de contarlas y de escucharlas. No en vano, el viaje a través de este reino se llama La historia interminable, porque, como la imaginación humana, Fantasia no tiene límites.

En este mundo no hay distancias exteriores mensurables, y por eso las palabras "cerca" y "lejos" tienen un significado diferente. Todas estas cosas están sujetas al ánimo y a la voluntad de quien esté recorriendo una ruta particular. Dado que Fantasía no tiene límites, su centro puede estar en cualquier lugar, o más bien, no está más cerca ni más lejos que cualquier otro lugar. Depende completamente de la persona que desee llegar al centro y este es, por supuesto, la Torre de Marfil.

Cierto que, en Fantasia se mencionan ocasionalmente algunos puntos cardinales (el Oráculo del Sur, los Gigantes de los Vientos), pero estos no son absolutos; más bien, cambian dependiendo de dónde estés situado. E igual que una casa descansa sobre unos cimientos, Fantasia descansa sobre los sueños olvidados de la humanidad, que se almacenan en la Mina de las Imagenes. Pero esto tampoco debe entenderse visualmente: en un reino sin fronteras no puede haber "arriba" o "abajo".

El tiempo también es interminable en Fantasia: todo lo que sucede está escrito por el Viejo de la Montaña Errante. Pero, ¿sucede porque lo escribe, o lo escribe porque sucede? La vetusta Morla dice de la Emperatriz Infantil que, su existencia no se mide en tiempo sino en nombres. Continuamente debe ser renombrada por los seres humanos o de lo contrario morirá porque es la imaginación encarnada. De la misma manera, Fantasia no tiene una historia que pueda ser contada cronológicamente, narrada por fecha y lugar de ocurrencia.

Entonces, ¿cómo aventurarse por este reino? Los humanos vivimos en ambos mundos: en el mundo que Michael Ende llamó el "Mundo Exterior" y en el mundo de los sueños y deseos, miedos y pesadillas, a saber, "Fantasia". Allí, muchas cosas son diferentes al mundo humano.

En Fantasia, por ejemplo, no se hace distinción entre el bien y el mal: todas las criaturas son igualmente importantes. Si observamos de cerca el concepto poético de Ende, empezamos a entender por qué: el arte es como un sueño, no instruye; solo retrata. ¿Qué sería de Otelo de Shakespeare sin Yago, o de Macbeth sin la malvada Lady Macbeth? Uno no puede juzgar los sueños desde un punto de vista moral. La representación del mal no es en sí misma mala; la representación de lo sagrado no es sí mismo sagrada.

Los habitantes de Fantasia son, pues, tan abigarrados y diversos como la imaginación de la que proceden. Una y otra vez nos encontramos con figuras que reconocemos de otros libros, que ya existen en la mente de Bastián junto con sus propios inventos. Los autores de las grandes obras maestras de la literatura, el arte y la música a lo largo de los siglos, han sido viajeros entusiastas del reino de Fantasia.

Pero, ¿cómo entrar o salir de un mundo que no tiene fronteras? Una y otra vez aparecen portales mágicos que hacen posible el viaje: puertas ocultas, pasillos secretos o plataformas de trenes invisibles... Bastian encuentra la entrada mientras lee en el ático de su escuela. Esta entrada, sin embargo, no se encuentra en el ático mismo, que forma parte del Mundo Exterior y tampoco se encuentra en el libro. Es solo a través del acto mismo de leer qué Bastian logra llegar a Fantasia.

El acto de leer es un asunto inmensamente personal, incluso íntimo. Y así, Fantasia se ve diferente para cada viajero. "Toda historia real es una historia interminable... Hay muchas puertas a Fantasia". Siguiendo las reflexiones más agudas, Michael Ende, se embarca en la mayor de todas las aventuras, la creación de un libro-espejo, en el que se alinean cuidadosamente los diferentes niveles de la realidad: el mundo del lector y el del escritor están unidos sin negarse entre sí y conforman una tercera entidad sin nombre. Es esta tercera entidad la que juega el papel más importante en la novela; es la historia de esta tercera entidad la que cuenta el libro.

Lo individual es lo que cuenta, no lo colectivo. La imaginación subjetiva es el camino a Fantasia, no existe una fórmula perfecta para la entrada. Michael Ende desconfiaba de todas las ideologías, para él, la idea de que la sociedad genera conciencia era profundamente sospechosa. No podría haber estado más alejado de Brecht y de la noción de literatura que dominó hasta bien entrada la década de 1980, pues en opinión de Ende, solo un nuevo tipo de conciencia individual podría crear un cambio en la sociedad y de acuerdo con este punto de vista, Bastián no tiene ningún interés en los libros en los que "se daba cuenta de que lo querían convencer de algo.” Esos libros no le ayudarían a encontrar el camino a Fantasia.

Esto, toca uno de los puntos centrales del mundo imaginario de Michael Ende: todo lo que es esencial tiene su propósito en sí mismo y esto incluye el arte que no trata de explicar el mundo, más bien, lo retrata. Por eso, no tiene por qué justificarse con un mensaje. Un artista considera Erkenntnis-Ideen –‘ideas de conocimiento' o 'ideas reveladoras’, como, por ejemplo, un mensaje- no como su objetivo, sino como parte de su material. Los artistas puede admirar los palacios del pensamiento, pero son nómadas: una vez que han agotado una visión del mundo, siguen adelante.

Pero, ¿qué es Fantasia? ¿un mundo alternativo en el que podemos proyectar nuestro anhelo de paz? ¿un lugar donde los niños gordos y lentos como Bastián Baltazar Bux, de repente se convierten en héroes guapos, fuertes y valientes? No es nada de esto. El heroísmo de Bastian no consiste únicamente en tomar decisiones claras, buenas y nobles. Queda embrujado por las artimañas de la hechicera Xayide e incluso levanta su espada mágica contra su amigo Atreyu, y apenas escapa de la Ciudad de los Antiguos Emperadores, que recuerda sombríamente a un manicomio. Al interior de Fantasia, acechan pantanos mortales, tortugas gigantes indiferentes y monstruos peligrosos como Ygrámul, la criatura con forma de araña o el hombre lobo Gmork. Y a diferencia de las que se encuentran en las obras de la literatura fantástica, estas criaturas no están ahí simplemente para ser derrotadas por el héroe. Atreyu no mata ni a Ygrámul ni a Gmork. Ellos no son los que representan un peligro para Fantasia; no hay razón para acabar con ellos.

La intención de Ende no era huir del mundo humano a un mundo mejor llamado Fantasia, como a menudo se le acusó en el eterno debate sobre el escapismo. Después de todo, la Nada que amenaza Fantasia, es ese mundo banal y sin sentido en el que la imaginación es negada o ridiculizada como una invención de locos o imbéciles. La Ciudad de los Antiguos Emperadores, como su imagen especular, es, igualmente un sitio banal y sin sentido donde terminan aquellos humanos que no pueden encontrar el camino de regreso de Fantasia. La Nada y la Ciudad de los Antiguos Emperadores, representan la banalidad y la creatividad, como imágenes especulares la una de la otra, pues de la nada surge la voluntad de acción creativa.

Fantasia y el mundo humano son dos caras de la misma moneda que no podrían existir el uno sin el otro. El reino de la Emperatriz Infantil no es trascendental, sino parte de este mundo humano. La imaginación, en efecto, no es sólo un sentimiento, sino un todo completo, que también abarca el intelecto y los sentidos. Karl Konrad Koreander describe esta interacción entre mundos: "Hay seres humanos que no pueden ir a Fantasia […] y los hay que pueden, pero se quedan para siempre allí. Y luego hay algunos que van a Fantasia y regresan. Como tú. Y que devuelven la salud a ambos mundos."

Es un reto no solo llegar a Fantasia, sino también, salir de ella, porque el verdadero motor de Fantasia es la voluntad que Ende subraya con la máxima: "Haz lo que quieras", estas son las palabras escritas en el reverso de ÁURYN, que van de San Agustín a Rabelais y a la era moderna con Aleister Crowley, un defensor del ocultismo moderno que vivió entre 1875 y 1947. Y no es solo en La historia interminable que Michael Ende usa esta máxima. En La escuela de magia (Die Zauberschule), escribe:

1. Solo puedes desear realmente aquello que consideras posible.
2. Sólo puedes considerar posible aquello que forma parte de tu historia.
3. Sólo forma parte de tu historia aquello que verdaderamente deseas.

Aquellos que se dejen llevar simplemente por deseos y carencias superficiales se perderán, olvidarán sus vidas anteriores, incluso sus nombres y finalmente terminarán en la Ciudad de los Antiguos Emperadores. Cuando la voluntad que te impulsa se extingue, no puedes salir de la tierra sin fronteras. Al igual que los barcos de mimbre de los yskálnari que funcionan con el poder del pensamiento puro, el viajero en Fantasia avanza solo por la fuerza de su voluntad. La voluntad como fuerza motriz en una tierra sin fronteras es, al mismo tiempo, una amenaza real que la propia vida interior representa para el Yo. Aquí Michael Ende va mucho más allá de los libros convencionales para niños. Pero, de nuevo, ¿debemos trazar una distinción tan tajante entre libros para niños y libros para adultos? ¿no encuentra Bastián La historia interminable en una tienda donde, según Karl Konrad Koreander, no hay libros para niños? ¿Y no está Koreander mismo, inmerso en ese libro antes de que Bastian lo robe?

A lo largo de su vida, Michael Ende se negó a establecer una distinción entre la literatura para niños y la literatura para adultos. Y, de hecho, La historia interminable ha sido apreciada tanto por niños como por adultos. Ende dijo de sí mismo:

Soy un ser primitivo originario de una reserva centroeuropea […] se llama «literatura infantil». Forma parte de las reservas toleradas con una sonrisa de conmiseración por los habitantes del desierto de la civilización, e incluso mimadas por ciertas asociaciones good-doer, pero en el fondo despreciadas por todos: como, por lo demás, casi todo lo que tiene que ver con los niños.

Y, sin embargo, continuó Ende, “esas clasificaciones en literatura infantil y literatura para adultos, literatura fantástica y literatura realista son pura tontería […] En su mundo aséptico y funcional se les ha hecho desaparecer, a base de raciocinio, lo maravilloso."

Con el auge de las ciencias naturales en los siglos XIX y XX, parecía haberse hecho posible encontrar una explicación para todo. El mundo: un montón de polvo espacial. Los ideales humanos: nada más que procesos bioquímicos. Hoy en día, solo a los niños se les permite vivir en un mundo lleno de magia y propósito, un mundo que adultos y niños solían habitar juntos. Las grandes obras de la literatura mundial contienen muchos elementos fantásticos. Si Fausto o La Odisea fueran publicados hoy, dijo Ende, probablemente serían descartados como literatura infantil.

Pero es precisamente en el juego involuntario de un niño que, Ende -en la tradición de Schiller, pero también de Nietzsche- ve la encarnación del ideal del arte. Por lo tanto, un libro para niños puede ser igualmente un libro para adultos, así como un libro para adultos también puede ser entendido por niños.

Con respecto a sus motivaciones para ambientar historias en el ámbito de lo fantástico, Michael Ende escribió:

Lo que me mueve a hacerlo [...] no es otra cosa que lo que mueve al inconsciente de cada uno de nosotros, a expresar lo que sucede en el interior de nuestra alma, mediante imágenes oníricas. Esta forma de expresión se me facilita, porque para mí, la poesía y el arte no consisten más que en el esfuerzo de transformar las imágenes exteriores en imágenes interiores y las imágenes interiores en imágenes exteriores (como fue una vez la norma en todas las culturas, dicho sea de paso). En mi opinión, es sólo a través de esta "poetización" (Novalis) que el mundo se vuelve habitable para las personas. Lo que quiero decir con esto es que, solo cuando una persona se reconoce a sí misma en el mundo que la rodea y, a la inversa, cuando encuentra las imágenes del mundo en su propia alma, puede sentirse como en casa en este mundo. Precisamente ahí reside la esencia de toda cultura.




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