El 6 de abril de 1984, la película que adaptaba La historia interminable, filmada con cerca de 60 millones de marcos alemanes (alrededor de 27 millones de dólares estadounidenses) se estrenó en los cines de Alemania Occidental. Michael Ende se encontraba muy indeciso sobre vender los derechos para la película, pero en 1980 finalmente accedió. El director original, Helmut Dietl renunció y Wolfgang Petersen ocupó su lugar. Al principio, él y Ende colaboraron en el guión. Pero Ende llegó a temer cada vez más que su historia se reescribiera y se convirtiera en una mercancía de Hollywood. Finalmente, quitó su nombre del proyecto y se desligo por completo: "[Bastián] puede encontrar una Fantasia como esta en cualquier cómic", escribió Ende con horror.
La película contó con actores estadounidenses y la narrativa del marco también se trasladó a una ciudad estadounidense. El gordo Bastián se conviertió en un apuesto jovencito (Barret Oliver). La película se acerca a la trama del libro hasta el momento en que Bastián entra en Fantasia y termina con el protagonista recibiendo un suministro interminable de deseos como recompensa por salvar este reino. En la escena final cabalga a lomos de Falkor por la ciudad del mundo exterior y asusta a los matones que al principio le hicieron huir y refugiarse en la librería de Karl Konrad Koreander.
La película se convirtió en un éxito internacional. Para Petersen fue un trampolín qué lo llevó a Hollywood; los costosos efectos especiales valieron la pena.
En cuanto al contenido, sin embargo, hubo una lluvia de críticas desde el principio: los efectos arruinaron la historia; la trama se deslizó hacia la trivialidad. Una historia sobre el poder de la imaginación se convirtió en su opuesto: una banal historia de aventuras.
Michael Ende estaba horrorizado por lo que la película había hecho de su novela:
La película contó con actores estadounidenses y la narrativa del marco también se trasladó a una ciudad estadounidense. El gordo Bastián se conviertió en un apuesto jovencito (Barret Oliver). La película se acerca a la trama del libro hasta el momento en que Bastián entra en Fantasia y termina con el protagonista recibiendo un suministro interminable de deseos como recompensa por salvar este reino. En la escena final cabalga a lomos de Falkor por la ciudad del mundo exterior y asusta a los matones que al principio le hicieron huir y refugiarse en la librería de Karl Konrad Koreander.
La película se convirtió en un éxito internacional. Para Petersen fue un trampolín qué lo llevó a Hollywood; los costosos efectos especiales valieron la pena.
En cuanto al contenido, sin embargo, hubo una lluvia de críticas desde el principio: los efectos arruinaron la historia; la trama se deslizó hacia la trivialidad. Una historia sobre el poder de la imaginación se convirtió en su opuesto: una banal historia de aventuras.
Michael Ende estaba horrorizado por lo que la película había hecho de su novela:
1. Recién llegado a Fantasia, Bastián puede volver de inmediato a su realidad, no tiene problemas para volver al mundo exterior.
Debo mencionar aquí, que el libro se publicó un año después de lo planeado porque Bastián no podía encontrar la salida de Fantasia. Primero tuvo que soportar un largo viaje sin rumbo (deseo tras deseo), y sólo cuando hubo encontrado lo que real y verdaderamente quería, se le abrió el camino de regreso. Este es uno de los mensajes esenciales del libro. Si hubiera hecho las cosas tan fáciles para mí como lo hizo el guionista, entonces la historia se habría terminado rápidamente, pero también se habría convertido en lo que es el guión de la película: una especie de ‘viaje’ producido por drogas.
2. Bastián lleva consigo una piedra de Fantasia.Aquí el guión, según una carta de Petersen, está tratando de probar que el viaje de Bastián a Fantasia "no fue solo una alucinación". Este cambio es especialmente revelador de cómo a lo largo de este guión se intenta reemplazar lo sustancial de la experiencia interna por cosas externas. Una de las leyes más importantes de La historia interminable es que no puedes llevarte nada de Fantasia al mundo cotidiano exterior, excepto los cambios que tú mismo has sufrido allí. Bastián se lleva el Agua de la Vida con él, pero solo indirectamente: la lleva en sí mismo al haber adquirido la capacidad de amar. Al hacerlo, salva a su padre, al permitirle volver a amar después de hacerlo salir del congelamiento emocional en que se encontraba.
Para lograr esto, Bastián debe crear un mundo entero [interior] y deambular por él. En el guión, lo único que aprende Bastian en Fantasia es: "You are important! [¡Tú eres importante!]" Y regresa al mundo cotidiano con una confianza renovada en sí mismo (¿qué ha logrado realmente?) y le dice a su padre: "Wait a minute [Espera un momento]", etc. La profunda búsqueda del sentido de la vida se ha convertido en un trivial American-way-of-life-story [Historia del estilo de vida estadounidense].
3. "Do what you dream! [¡Haz lo que sueñas!]"
Ahora, en realidad esta inscripción es lo opuesto al mensaje que mi libro está tratando de transmitir. Petersen tal vez piensa que mi inglés no es lo suficientemente bueno como para decir que no es la traducción correcta y fiel de "Tu, was du willst!" Solo que se olvida –aunque se lo he dicho- que las palabras provienen originalmente del inglés, del escritor Aleister Crowley (m. 1947), quien escribió: "Do what thou wilt [Haz lo que quieras]" (en solemne inglés de Iglesia). "Do what you dream [Haz lo que sueñas]" es la interpretación de Petersen y, de hecho, es incorrecta. Precisamente el mismo concepto erróneo que sigue Bastián y que le impide encontrar la salida de Fantasia y volver al mundo exterior. Él también piensa, al principio que, se trata de hacer lo que deseas o anhelas, lo que te gustaría hacer y el león Graógraman se enoja cuando Bastián le da esta interpretación. Encontrar lo que real y verdaderamente quieres no significa en absoluto hacer lo que te da la gana. Esta fórmula de "¡Haz lo que quieras!" se puede rastrear desde Rabelais hasta San Agustín.
En Fantasia ni siquiera puedes hacer lo que realmente quieres; solo puedes descubrir qué es lo que quieres. Es por eso que ese conocimiento te lleva de regreso al mundo humano.
4. De repente, la antigua Fantasia en su totalidad vuelve a estar allí.
Como resultado, lo que parecía la ruina de Fantasia se convierte en una especie de broma del Día de los Santos Inocentes. En aras de un final digno de una opereta barata (¡todo el conjunto vuelve al escenario!), el espectador se salva del peligro que supuso a la vida de Bastián su paso a través de la Nada. En la película no se ve nada sobre cómo Bastián debe crear un nuevo mundo a partir de sus propios poderes creativos. No se busca desafiar a la audiencia, ni siquiera con una pizca de este punto clave del libro. "You are important [Tú eres importante]", eso es todo.
5. Se omite la denominación.
Toda La historia interminable se basa en la idea de que solo las personas pueden dar nombres a las cosas y a las criaturas. Nombrar significa establecer una conexión con alguien o algo por medio de un acto creativo; sólo nombrando se le otorga realidad a ese alguien o algo. El nombre como tal no es tan importante, es decir, da igual si es Mond o Luna. Lo que no tiene nombre, no existe en nuestra conciencia. El tormento de la falta de un nombre es la enfermedad mortal por la que la Emperatriz Infantil se está consumiendo. Petersen, el autor del guión, escribe en su carta que sería una decepción si toda la tensión y la acumulación se resolvieran con las palabras "Moon Child [Hija de la Luna]". Esto solo demuestra que nunca ha pensado en el significado que tienen los nombres.
6. Los flashbacks y recuerdos de Bastian se han omitido.
Si estos flashbacks molestan al espectador convencional, entonces un director, que es un artista, simplemente debe presentar una idea nueva. Los recuerdos de Bastian no se eliminan haciéndole decir al principio que soñó con su madre muerta. Toda la historia de Fantasia que lee en el libro, surge paso a paso de sus propias asociaciones, sus recuerdos, sus experiencias; los refleja en forma metafórica y, de hecho, cada vez más vívidamente, hasta que finalmente él mismo aparece como un personaje en Fantasia. Esto es lo especial de La historia interminable. Fantasia como historia en sí misma no es más que cualquiera otra historia fantástica, pero resulta completamente diferente si Bastián al leer, crea al mismo tiempo, su propia historia.
7. Faltan los problemas y la trayectoria de vida de Bastián.
Bastián no es como lo describe el guión: solo un niño al que le falta un poco de confianza en sí mismo y que, como resultado, es fácil de manipular. Bastián es un niño que no logra orientarse en un mundo banal, frío, puramente racional, porque anhela la poesía, lo misterioso, lo milagroso. La muerte de su madre y el estado en que se encuentra su padre, encerrado en su dolor, lo llevan a un punto de crisis, de impotencia frente a la vida, es decir, al momento de su lectura de La historia interminable – en Fantasia, todo tiene sentido y Bastián se cuestiona su vida y su mundo. En el mundo en el que vive, todo parece carecer de sentido y sin encontrar el sentido a la vida y a la muerte de su madre, Bastián no puede vivir, por eso encuentra una Fantasia al borde de la ruina. La Nada rastrera que está devorando a Fantasia es la banalidad, la falta de sentido del mundo. Si este concepto está ausente, entonces no hay absolutamente ninguna razón para la ruina de Fantasia-, excepto la completamente externa de que, se necesita algún elemento que produzca tensión para que algo esté sucediendo. Pero entonces, Bastián en realidad no necesita salvar Fantasia en absoluto, no tiene nada que ver con su propio mundo interior. Puede encontrar una Fantasia como esta en cualquier cómic.
8. El carácter del padre está completamente distorsionado.
El padre de Bastián, que además de todo, tiene un trabajo muy banal, sufre esencialmente de lo mismo que Bastián. No puede encontrar ningún significado, ningún punto luminoso en su infelicidad. Se ha retraído por completo en su dolor y ni siquiera se da cuenta de que al hacerlo está abandonando totalmente a su hijo. Él no puede amar más, no hasta que Bastián le traiga el Agua de la Vida y libere sus sentimientos entre lágrimas.
En el guion de la película, este personaje se convierte en un hombre inteligente, frío y demasiado correcto que reprende a su hijo diciéndole que después de ocho meses solo hay que superar "este tipo de cosas" y que critica a Bastián por querer tomar clases de equitación, pero ser demasiado asustadizo para subirse a un caballo real. Luego vuelve a enderezarse la corbata frente al espejo y se va. ¡Qué idiota!
9. Las Tres Puertas Mágicas están completamente mal.
Para penetrar en el secreto más íntimo de su mundo, Atreyu primero debe atravesar la Puerta de las Esfinges, con un mundo de acertijos que pueden congelarte si vuelven su mirada hacia ti. La pregunta de por qué ciertas personas pueden abrirse camino a través de esta región es incomprensible para los pequeños poderes puramente intelectuales de la razón (el gnomo Enguivuck). Atreyu deberá hacer acopio de todo su coraje y fuerzas para atravesar este reino. En el guion, esto se convierte en rayos láser y destellos de luz que chocan alrededor de Atreyu quien los supera porque puede correr muy rápido. "¡Corre, Atreyu, corre!" Bastián lo anima como si estuviera en un campo de fútbol.
La segunda puerta, la Puerta del Espejo Mágico, es una gran pieza redonda de cristal que se encuentra en una llanura lisa y vacía. Petersen realmente no pudo imaginar cómo sería esto. ¿Realmente nunca ha visto cuadros de Magritte o Dalí? El silencio cósmico de esta escena fue reemplazado por una tormenta de arena aullando, porque aparentemente no había suficiente ruido en esta película.
Me parece revelador que la tercera puerta, la Puerta sin Llave, a través de la cual solo puedes pasar si pierdes toda intención, se omita por completo. Naturalmente, la gente del cine, que siempre alberga intenciones económicas y comerciales, nunca podrían pasar por la Puerta sin Llave. Y entonces, simplemente la dejaron fuera, por completo. En cambio, de repente nos encontramos de nuevo con las esfinges, que fueron responsables del bombardeo láser anterior, pero que ahora tienen la tarea de entregar el mensaje más importante: solo un humano puede salvar a Fantasia. Casi no hace falta decir, dado el implacable esfuerzo por la superficialidad en todo momento, que todo el pasaje, que en el libro se llama "La voz del silencio", es una de las partes más fuertes y ruidosas de todo el guión
Michael Ende no solo eliminó su nombre de la película, se negó a ir al estreno, incluso demandó a la productora. El dinero que gastó en abogados y honorarios judiciales le costó mucho más de lo que ganó vendiendo los derechos de la película. Pero para Michael Ende este caso no se trataba solo de dinero: estaba luchando para evitar que las afirmaciones de su libro se convirtieran, a su juicio, en todo lo contrario. Para él era una lucha entre la vida interior y la salvación de Fantasia contra el materialismo y la destrucción de la vida interior que veía plasmada en la película. Realmente tenía miedo de haber tirado por la borda su integridad moral y artística al aceptar el proyecto en primer lugar.
Ende perdió el caso con el argumento de que, aunque en realidad se trataba de una grave distorsión del libro, la película proporcionaba una gran cantidad de trabajos, y esto había que tenerlo en cuenta. Para Ende, el arte fue siempre la principal preocupación y este fue un veredicto desmoralizador. El 27 de marzo de 1984, Ingeborg Hoffmann, su esposa, murió de una embolia pulmonar después de ver la película.
A pesar de todo esto, después del éxito de taquilla de la película, se hicieron dos secuelas; después de todo, los derechos se habían vendido.